Italia tiene 22 plantas de generación térmica -las más contaminantes- y quiere deshacerse de ellas. Y entre los posibles compradores están las promotoras de centros comerciales e incluso el gigante de la distribución online Amazon.
Enel, la mayor eléctrica del país, planea deshacerse de 113 gigavatios de potencia en centrales de generación alimentadas por los combustibles más contaminantes: carbón, petróleo y gas. La desinversión es parte de su estrategia para hacer una transición hacia las energías renovables, pero en lugar de derribarlas, la compañía italiana busca compradores que quieran aprovechar las instalaciones.
La compañía asegura que su objetivo no es ganar dinero con la operación, sino potenciar la economía local de las ciudades en donde se sitúan esas plantas, y por eso quiere buscarles una segunda vida a sus instalaciones.
Según publica el diario Corriere della Sera, Amazon podría ser una de las compradoras de esta extensa y peculiar cartera inmobiliaria. Con espacio de sobra y una buena conexión a la red eléctrica, la empresa norteamericana podría usarlas para alimentarse de energía (en lugar de producirla).
También las torres de refrigeración (esas chimenas de hormigón con forma de diábolo y boca gigantesca que expulsa vapor) podrían tener su utilidad, puesto que el principal excedente de cualquier edificio donde se acumulan máquinas es precisamente el calor, y todas las plantas a la venta están situadas cerca del principal refrigerante: agua.
Amazon no ha confirmado que esté interesada en la operación, pero lo cierto es que si la cerrase podría argumentar a favor de su plan para reducir las emisiones de gases que contribuyen al cambio climático. La tienda más grande del mundo pretende llegar este año a un 40% de electricidad renovable en su factura, pero si comprase las plantas de Enel podría argumentar además que está ayudando a cerrar las centrales más contaminantes.