Amazon cuenta desde hace años en sus almacenes de EEUU con un ejército de robots logísticos Kivas, máquinas que mueven estanterías enteras para facilitar la entrega y organización de productos. Ahora, la compañía parece querer ir más allá para depender cada vez menos de la mano de obra humana en sus centros de distribución.
La compañía con sede en Seattle ha finalizado un concurso, bautizado como Amazon Picking Challenge, en la que buscaba brazos robóticos que fuesen capaces de coger productos de estanterías, procesarlos y ponerlos listos para los envíos, así como colocarlos en los estantes, todo de forma autónoma, algo que cada vez están más cerca de conseguir.
El concurso ha sido ganado por Delft Robotics, una compañía holandesa cuyo robot ha sido capaz de procesar 100 productos en los estantes cada hora, con un margen de error inferior al 17%. Estas cifras están todavía alejadas de las que puede procesar un humano -que se estima en 400 productos a la hora- pero supone un gran paso para el futuro productivo de la compañía, ya que el concurso del año pasado lo ganó un robot capaz de procesar 30 productos a la hora.
"La recolección automatizada comercialmente viable en entornos no estructurados sigue siendo un reto difícil. Nuestro objetivo es fortalecer los lazos entre las comunidades robóticas industriales, académicas, promover soluciones compartidas y abiertas a algunos de los grandes problemas en la automatización no estructurada, con el fin de estimular el avance de estas tecnologías fundamentales", explicó la compañía con relación a su concurso celebrado en la feria de robótica que se ha celebrado estos días en Alemania.
Eso sí, Amazon explica a explicado a TechRepublic que el auge de estos procesos robóticos y su probable futura implantación no implicará la 'obsolescencia' de sus trabajadores, sino que vendrían "para mejorar el trabajo de los empleados, no les sustituyen", ya que donde se han instalado unidades robóticas como los Kivas se producen "una sinfonía entre seres humanos y la tecnología".
Lo cierto es que la compañía compró la empresa de los robots Kiva en 2012 y han sido la punta de lanza de la compañía en cuanto a adopción robótica para la mejora de la gestión de sus almacenes. Y es que éstas máquinas son capaces de mover de forma programada estanterías completas a través de sus almacenes para facilitar los envíos y reducir así los costes de logística.