
El grupo automovilístico alemán Volkswagen fue acusado en septiembre de 2015 de manipular sistemáticamente los valores de las emisiones contaminantes en varios de sus modelos diésel.
El mayor fabricante automovilístico del mundo (que integra marcas como Seat, Volkswagen, Audi y Skoda) ha reconocido haber instalado un software que evitaba los límites de los gases tóxicos en las pruebas de control para cumplir con la normativa medioambiental.
El consorcio alemán tendrá que afrontar los costes derivados de la reparación de los motores, las demandas judiciales de los consumidores y las posibles multas multimillonarias.
Estos son los hechos más importantes de uno de los mayores escándalos de la industria automovilística: