
Standard & Poor's (S&P) ha elevado el rating de la deuda a largo plazo de Bankia, a 'BB+' desde 'BB', por lo que la entidad se encuentra a un paso de conseguir el grado de inversión y dejar de ser 'bono basura'. La agencia de calificación crediticia también ha aumentado la nota de la matriz BFA, a 'BB-' desde 'B+'. Ambas conservan la perspectiva positiva.
En un comunicado, S&P explica que la entidad presidida por Ignacio Goirigolzarri está logrando reducir su dependencia de la financiación a corto plazo, especialmente del Banco Central Europeo (BCE), al tiempo que mejora su liquidez.
La agencia destaca que el banco está mejorando sus fuentes de financiación a más largo plazo y vendiendo activos problemáticos, incluyendo activos inmobiliarios y préstamos no productivos.
Añade que a pesar de las dotaciones hechas para devolver el dinero invertido por los pequeños accionistas en su salida a bolsa, Bankia ha publicado unos resultados financieros "sólidos" en 2015. Esto también se debió a las grandes plusvalías por la venta de bonos que impulsaron las cuentas del grupo BFA.
Al margen de los bajos tipos de interés, S&P piensa que la rentabilidad sobre recursos propios (ROE) pueda mantenerse en aproximadamente el 8% y el 9%.
Plan estratégico
La agencia elogia también que Bankia haya sido capaz de implementar con éxito su plan estratégico, lo que en su opinión le ha permitido conservar su estabilidad empresarial y estabilizar su franquicia, "a pesar del alto nivel de tensión financiera que experimentó entre 2011 y 2013".
S&P pronostica que el próximo plan de negocio del banco se centrará principalmente en las nuevas iniciativas encaminadas a mejorar el dinamismo comercial del grupo y en última instancia, el fortalecimiento de su rentabilidad.