Empresas y finanzas

Alierta, el directivo español del siglo

César Alierta podrá recordarse como uno de los directivos más relevantes e influyentes de la reciente historia de España. Al peso que Telefónica tiene en el conjunto de la economía española se añade la presencia del aragonés al frente del Consejo Empresarial para la Competitividad. Desde la atalaya de este think tank, que agrupa a las mayores empresas del país, el ejecutivo ha alzado la voz para sumar compromisos y esfuerzos para mejorar la competitividad. Su objetivo desde dicho organismo ha consistido en ayudar a la recuperación económica y al fortalecimiento de la confianza internacional en España.

Pero la influencia de Alierta en la elite empresarial española también se mide por intangibles, muchos de ellos ajenos a las variables que miden el poder, la influencia, la imagen o la reputación. Pocos discuten el efecto arrastre en las altas esferas empresariales y políticas que generaban las presencias o ausencias de Alierta en determinados actos o foros.

Al margen de lo anterior, Alierta ha logrado convertir Telefónica en la mayor multinacional de España, con presencia en más de 20 países y tras multiplicar por cinco la cifra de clientes desde 68 a más de 322 millones.

El ejecutivo también ha diversificado su compañía, tanto en negocios como en países. De esa forma, mientras que en el año 2000 más de la mitad de los ingresos de Telefónica procedía de fuera de España, en 2015 la cifra se eleva al 74%, al tiempo que el 87% de los accesos procede también de países distintos de España.

Alierta ha comandado en nuestro país la revolución de la telefonía móvil y la banda ancha, con la capacidad de anticipación que siempre ha caracterizado a los equipos dirigidos por el aragonés.

A principio de siglo ya se dijo que la llegada a Telefónica de Alierta contó con el apoyo de Rodrigo Rato, entonces ministro de Economía, al que luego Alierta hizo consejero asesor para Latinoamérica y Europa. La primera decisión de calado adoptada por el rey español de las telecos, al poco de asumir la presidencia de Telefónica en el año 2000, fue la de iniciar un proceso de clarificación de la estructura de los negocios de la operadora, orientándola hacia la integración de servicios y a los negocios. Más adelante, en 2002, "fue el primer gestor de una operadora de telecomunicaciones en reconocer que lo que se había pagado en los años de la burbuja tecnológica por las licencias UMTS en Europa ya no tenía ese valor, tomando por tanto la necesaria decisión de limpiar el balance de la operadora de activos cuyo valor se había calculado bajo premisas poco realistas", según recuerdan fuentes del operador. Dichas decisiones, que luego imitaron otras grandes operadoras europeas, se reflejan "en la sólida situación financiera que obtuvo para Telefónica que, en 2004 y 2005, pudo abordar operaciones de expansión internacional, como la compra de los activos de BellSouth en América Latina, la de grandes operadores europeos, como O2, y su primera incursión en el sector de las telecomunicaciones en China", añaden las mismas fuentes.

Vinculado a Zaragoza

Alierta nació el 5 de mayo en Zaragoza, miembro de una de las familias más relevantes de la capital aragonesa. Es hijo y tiene hermanos representantes públicos. Su padre, Cesáreo Alierta, fue alcalde de Zaragoza en los años 60, además de presidente del Real Zaragoza, mientras que su hermano Mariano fue senador del PP y diputado por la UCD. Se licenció en Derecho por la Universidad de Zaragoza e inmediatamente después, en 1970, viajó a Nueva York para cursar el Máster en Administración de Empresas por la Universidad de Columbia. En la biografía que publica su empresa también consta la responsabilidad de Alierta como miembro del Consejo de Administración de China Unicom, así como consejero independiente, presidente de la Comisión de Retribuciones y vocal de la Comisión de Nombramientos en el Consejo de Administración de International Consolidate Airlines Group (IAG). Forma parte del Columbia Business School Board of Overseers y es académico de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras de España. En esta última institución, Alierta defendió en su discurso de acceso el mundo digital y las TIC como pro- tagonistas de la gran transformación de la economía, cultura y sociedad del siglo XXI.

Su momento más delicado profesionalmente coincidió con el juicio por uso de información privilegiada en el Caso Tabacalera, contencioso del que Alierta resultó absuelto por prescripción, con la ahora alcaldesa Manuela Carmena como jueza de instrucción.

La pasión de Alierta por las finanzas y su debilidad personal por la actividad de los mercados de valores se reflejó en su actividad como director general del área de Mercado de Capitales en el Banco Urquijo de Madrid. Fueron 15 años, entre 1970 y 1985, en los que Alierta pudo conocer de primera mano los entresijos de la inversión. Posteriormente, fue presidente-fundador de la sociedad Beta Capital, puesto que, a partir de 1991, compatibilizó con la presidencia del Instituto Español de Analistas Financieros. También fue miembro del Consejo y de la Comisión Permanente de la Bolsa de Madrid.

Su ascenso a la primera fila empresarial se produjo en 1996, cuando Alierta accede de la presidencia de Tabacalera. El entonces fumador de puros convirtió la empresa tabaquera en referente mundial al promover la fusión transfronteriza con la compañía francesa Seita. Aquel movimiento permitió el nacimiento de Altadis, empresa que presidió hasta julio de 2000, momento en que fue designado presidente de Telefónica, gigante del que ya formaba parte en calidad de consejero desde 1997.

Alierta es posiblemente el gestor español más premiado del siglo XXI. En la web de Telefónica se resumen unos pocos reconocimientos. Como la Medalla de Oro de la Americas Society, de junio de 2010, en reconocimiento a su contribución al crecimiento y desarrollo de Latinoamérica. Aquel galardón convirtió a Alierta en el primer español y la primera persona de fuera del continente americano en recibir dicho reconocimiento a las personalidades que trabajan por el progreso del continente. Ese mismo año fue valorado como el mejor presidente ejecutivo de España, según Thom-son Extel Survey 2010 y ascendió al podio en la clasificación de líderes de Merco-Monitor Empresarial de Reputación Corporativa. Cinco años antes, también en Nueva York, Alierta recibió el premio Empresario Español Global, otorgado por la Cámara de Comercio de España-Estados Unidos. Este galardón es un reconocimiento a la gestión desarrollada en la compañía que ha permitido la entrada del Grupo Telefónica en el índice bursátil Dow Jones Global Titans 50 de Nueva York. De hecho, Telefónica ejerce de pionera en España y en Europa al formar parte de tan distinguido elenco. Junto a lo anterior, Alierta fue presidente del Consejo Social de la Uned, recibió el galardón Premio Tiepolo, otorgado por las Cámaras de Comercio de Madrid e Italia. En 2009, la asociación Empresarial Aragón Exterior (Aragonex) reconoció a su paisano como uno de los empresarios aragoneses de mayor proyección internacional. Tanto el Ayuntamiento de Zaragoza como la patronal catalana (Cecot) rindieron honores al ejecutivo, el primero con la medalla de oro de la ciudad y la segunda con la distinción por su trayectoria profesional y por su aporte al mundo económico y empresarial. La Cámara de Comercio Alemana para España le concedió el Premio Hispano-Alemán a la Excelencia Empresarial, los lectores de Global Telecoms Business le eligieron como uno de los cinco ejecutivos más influyentes del mundo. En noviembre de 2013 ingresó como académico de número en la Real Academia de Ciencias y en 2015 fue elegido Ejecutivo del Año por elEconomista.

El presidente de Telefónica ha dejado su impronta en multitud de detalles de un gigante obsesionado por un puñado de mandamientos. Su labor se refleja en la organización y "sus acciones identifican a aquellos líderes que generan mayor valor para sus empresas". Esto último lo corrobora un estudio de Advice Strategic Consultants que situó a Alierta al frente del escalafón en cuanto a la contribución del primer ejecutivo en el éxito de su grupo. Detrás de Alierta se situaron Pablo Isla, presidente de Inditex e Isidro Fainé, presidente de Caixabank. Curiosamente, estos dos últimos forman parte del consejo de Telefónica, fruto de la obsesión de Alierta de saberse rodear de los mejores en cada ámbito de actividad.

En los últimos años, Alierta ha mostrado especial atención a todo lo relacionado con la educación y la formación digital. Lo convirtió en un objetivo prioritario y ahora se dedicará en cuerpo y alma desde la presidencia ejecutiva de la Fundación Telefónica. "Sin educación no hay progreso y el desarrollo de la educación digital va a favorecer la igualdad de oportunidades y de formación", explicó Alierta antes de señalar que la mayor parte de las profesiones de nuestros hijos y nietos todavía están por crearse. En un reciente encuentro con directivos, Alierta mostró su incredulidad ante un "un mundo que no es capaz de levantar 2.500 millones de euros para acabar con el mayor problema de la humanidad". Acto seguido, el presidente de Telefónica recordó que su compañía ha permitido la escolarización de más de un millón de niños y 50.000 profesores, gracias a la iniciativa de la Fundación Proniño, cifra que se elevará hasta los 10 millones de escolares en los cinco próximos años. "En el mundo hay 50 millones de niños que no pueden ir a la escuela, sin posibilidad de salir del agujero, pero con la educación digital la cosa va a cambiar, ya que Telefónica va a ser el grupo que va a mover esto y estoy convencido de que nos van a seguir todos".

También le preocupó la deriva de la universidad española, ajena en muchos casos a la oleada de digitalización que sacude al mundo. "El problema es que la universidad española y sus profesores son endogámicos, no quieren aprender, no se percatan de que se requiere ser digital e interactivo, lo que era bueno en los años 60 no sirve en la actualidad", explicó para indicar que la formación digital en la que está trabajando Telefónica va a permitir que "en cualquier sitio se pueda seguir el curso más avanzado del mundo".

La sencillez organizativa es otro de los rasgos de identidad que Alierta ha querido transmitir a su compañía. La última reestructuración, de febrero de 2014 ya orientó la estructura hacia el cliente, con la incorporación de la oferta digital en todas las políticas comerciales y con la mayor visibilidad para los operadores locales. El empeño consiste en acercar al terreno el centro de decisión corporativo, reforzando las áreas transversales para mejorar la flexibilidad y la agilidad en la toma de decisiones.

En sus últimas intervenciones públicas, Alierta dejó patente su profunda preocupación por el uso y abuso de la información confidencial por parte de los nuevos gigantes tecnológicos. "La información de nuestros clientes pertenece a nuestros clientes y estos lo que necesitan recuperar es su soberanía digital, es decir, ser dueños de su vida digital. Ante esa situación, nosotros usaremos esos datos en su favor y con su consentimiento y eso nos va a permitir hacer propuestas de valor para ellos".

Azote de Google y Facebook

Su tono de voz se agriaba cuando llegaba a sus oídos la actividad de Facebook, Google o Apple, que atesoran auténticos monopolios construidos sobre las redes de los operadores tradicionales de telecomunicaciones sin apenas contribuir en el ecosistema. Alierta es el directivo que con más contundencia y perseverancia denunció las asimetrías regulatorias que disfrutaban estas firmas estadounidenses. En numerosas ocasiones criticó la escasa capacidad inversora de los colosos estadounidenses frente al esfuerzo continuo de las telecos.

Alierta ha gobernado Telefónica en tiempos de penurias macroeconómicas y en épocas de bonanza. Entre las primeras destaca la crisis global de los mercados, que afectó de forma especial al sector financiero y que se extendió de forma inevitable a todos los sectores de actividad, también al de las telecomunicaciones. En este contexto, Alierta anunció en mayo de 2012 la necesidad de tomar decisiones difíciles pero necesarias para mantener el liderazgo. De esa forma, puso en marcha la gestión proactiva de la cartera de activos, que ha supuesto poner el foco en los mercados que mayor valor reportan a la compañía, así como la suspensión del dividendo durante un único ejercicio y de manera puntual. El año 2012 suponía así el punto de partida de un proceso de transformación de dos años destinado a reforzar la compañía y su posición financiera.

El proceso de transformación iniciado en 2102 alcanzó su cénit el pasado 2015. En ese ejercicio, Telefónica puso sobre el tapete un nuevo plan estratégico de la compañía para los próximos años. Bajo el lema Elige todo, Telefónica se propone convertirse en una Onlife Telco, una compañía totalmente orientada al cliente, que impulsa las conexiones de la vida para que las personas elijan un mundo de posibilidades infinitas.

Hitos de la gestión de Alierta

2000

César Alierta, hasta entonces en Altadis, llega a la presidencia de Telefónica para sustituir a Juan Villalonga. La operadora había suprimido la retribución al accionista en 1998. La primera decisión de Alierta, en el año 2000, fue recuperar la retribución directa, algo que se formalizó en julio de 2002 y tuvo su reflejo en la junta de accionistas de 2003, que aprobó un primer dividendo de 0,25 euros por acción.

2003

Telefónica y Portugal Telecom crean Vivo en Brasil. La fusión de los negocios de ambas compañías creaba la primera operadora de Brasil, con más de 17 millones de clientes, lo que equivalía al 50% del mercado brasileño. Ese mismo año, el operador lanza Imagenio, su televisión de pago en España.

2004

La compañía española adquiere los activos de BellSouth en América Latina. Con esa operación, Telefónica se convierte en el primer operador de telecomunicaciones de Latinoamérica.

2005

Compra Cesky Telecom en la República Checa y adquiere el 5% de China Netcom, el tercer mayor operador de telecomunicaciones fijas del mundo.

2006

Telefónica se hace gigante en Europa con la adquisición de los activos de O2 en el Reino Unido, Alemania e Irlanda. También compra la licencia de móvil en Eslovaquia y, al otro lado del Atlántico, compra el 51% de Colombia Telecom.

2007

Establece una alianza industrial con Telecom Italia (con el 10,47% de los derechos de voto), para establecer sinergias con el operador transalpino.

2008

Vivo Brasil lanza una opa para adquirir a la también brasileña Telemig, en una operación de 200 millones de euros. Ese mismo año, Telefónica alcanza una participación del 5,38% en China Unicom tras la fusión CU-CNC.

2009

Telefónica refuerza la alianza estratégica con China Unicom, con la entrada de ejecutivos de las dos compañías en los consejos de los resepctivos grupos.

2010

Adquisición de Hansenet en Alemania, Jajah en Israel y Tuenti en España. También se convierte en líder en Brasil tras la toma de control de Vivo mediante la compra a Portugal Telecom de su participación en Brasilcel.

2011

La operadora se hace con la adjudicación de la licencia de móvil en Costa Rica. Es el año de la creación de Telefónica Digital y de TGR, el negocio de roaming.

2012

Venta del 4,56% de China Unicom, OPV Telefónica Alemania y venta de Atento.

2013

Venta del 40% de los activos en Centroamérica.

2014

Venta de Telefónica Czech Republic; nueva organización totalmente orientada al cliente; adquisición de E-Plus en Alemania; venta de Telefónica Irlanda; adquisición de DTS (Canal+) en España; adquisición de GVT en Brasil; venta de la participación en Telecom Italia y venta del 2,5 % de China Unicom.

2015

Venta de Telefónica O2 UK, pendiente del visto bueno de las autoridades de Competencia comunitarias.

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