General Electric (GE) estudia recortar 6.500 empleos en Europa, de los 51.000 con los que cuenta en el continente, tras la adquisición del negocio energético de la francesa Alstom por 12.500 millones. Las primeras cifras apuntan a que la estadounidense prescindirá de 765 personas en Francia, de 1.700 en Alemania y de 500 en España, aseguró Renaud Petitjean, portavoz de la firma en París.
Fuentes de la compañía han confirmado a Efe que GE presentó ayer el plan de reestructuración al comité europeo de representantes de los trabajadores (IRS), con el que ahora se abrirá un periodo de consultas. GE cuenta con una plantilla de 300.000 empleados en todo el mundo, de los que 120.000 corresponden a Europa. La cifra de trabajadores en España asciende a 3.400 empleados.
El pasado mes de noviembre, GE completó la adquisición industrial más importante de su historia después de que los reguladores de más de 20 países y regiones, incluyendo la Unión Europea, EEUU, China, India, Japón y Brasil, autorizase la compra de los negocios de energía y redes de Alstom.
GE alcanzó un acuerdo con Alstom en 2014 para la compra de sus negocios de energía y redes por un importe agregado de 12.350 millones de euros. Ajustando la sociedad conjunta anunciada en junio de 2014 (energías renovables, redes y nuclear), los cambios en la estructura de la transacción, los ajustes de precios para recursos y el efectivo neto al cierre, e incluyendo los efectos de la moneda, el precio de la compra era de unos 12.500 millones de euros.
El presidente y consejero delegado de la compañía, Jeff Immelt, trata así de devolver a GE a sus raíces industriales. En los últimos meses, la estadounidense se ha desprendido de sus negocios financieros, así como los de consumo.
Según Boston Globe, la compañía anunciará el jueves que trasladará su sede a Boston desde Connecticut. La firma habría valorado también irse a Nueva York, Georgia y Rhode Island.