Empresas y finanzas

Repsol vende activos por casi 3.000 millones, lo previsto hasta el año 2018

  • Ingresará hasta 350 millones antes de febrero

Repsol ha pisado con fuerza el acelerador de las desinversiones desde el pasado 15 de octubre en el que anunció su intención de desprenderse de activos por 6.200 millones de euros hasta 2020 a razón de 3.100 millones entre 2016 y 2017 y otros 3.100 millones entre 2018 y 2020. La petrolera que dirige Josu Jon Imaz ha realizado ventas por unos 2.169 millones en los últimos meses y ultima otra desinversión para los próximos días que puede suponerles unos ingresos adicionales de entre 250 y 300 millones de euros.

Repsol se desprenderá de los 141.535 clientes de propano que todavía mantiene en España en una operación de venta en la que estarán Madrileña Red de Gas, Gas de Extremadura y Naturgas (EDP). Con esta operación, la petrolera abandonará completamente este negocio después de la venta realizada a finales del año pasado a Gas Natural y Redexis de 321.530 puntos de suministro por un total de 651 millones de euros, tal y como adelantó elEconomista. Esta operación, no obstante, se cerrará a lo largo de este primer trimestre en el que la petrolera ingresará 600 millones de euros.

La operación Okea

La compañía además anunció esta misma semana una operación de venta del yacimiento YME, perteneciente a Talisman, a la empresa Okea, una pequeña compañía que considera que será capaz de continuar con la explotación de este pozo que la española iba a abandonar. Repsol entregará de forma prácticamente gratuita el activo a esta nueva compañía, pero a cambio evitará tener que desembolsar los 400 millones de euros que debería gastar en los próximos meses en el desmontaje de la plataforma petrolífera. Repsol además ha puesto como disponibles para la venta todos los activos que adquirió el pasado 1 de septiembre a Talisman en Noruega.

La petrolera también ha realizado importantes avances en la refinanciación de bonos de Talisman Energy. Repsol ha amortizado bonos de la canadiense por 1.525 millones de dólares (unos 1.383,9 millones de euros), en una operación que aportará al grupo cerca de 1.000 millones de dólares (unos 908 millones de euros). En concreto, esta operación producirá un efecto positivo de más de 220 millones de dólares (unos 199,7 millones de euros), antes de impuestos, en la cuenta de resultados de 2015 y reducirá en unos 65 millones de dólares (unos 59 millones de euros) anuales su coste financiero.

La petrolera destacó que esta recompra de bonos de Talisman aumenta "significativamente" las sinergias previstas en su plan estratégico y refleja su capacidad "para generar nuevos ahorros tras la integración de la compañía canadiense".

Como complemento de esta operación, en la que Repsol ha utilizado una parte de su liquidez, la compañía ha colocado una emisión de 600 millones de euros en bonos a cinco años (con vencimiento en diciembre de 2020) a un tipo de interés nominal del 2,125%.

Se espera el cierre de la refinanciación de estos bonos para la próxima semana, tal y como se desprende de la información remitida al regulador.

Con este escenario, Repsol que culminó el miércoles el cambio de marca de Talisman, tal y como indicó este diario el pasado martes, comenzará a llamarse Repsol Oil & Gas Canadá con efectos desde el pasado 1 de enero.

La filial de la petrolera española acaba de lograr además una extensión de plazo para las dos líneas de crédito que abrió el año pasado por 1.500 millones de dólares. Por el momento, la petrolera canadiense ha hecho ya disposición de 1.000 millones de estas líneas de crédito.

Medidas de eficiencia

Repsol además ha puesto en marcha un gran número de medidas de ahorro en la compañía, incluido un plan de reducción de plantilla que afecta a 1.500 personas. La petrolera, según una serie de ejemplos que ha presentado a los analistas, está logrando ya gracias a estas medidas más de 313 millones de euros (ver gráfico).

Con todas estas bazas sobre la mesa, Repsol tendrá que enfrentarse este próximo mes de febrero al examen de las agencias de calificación crediticia y su objetivo principal es mantener su nivel de rating.

Moody's aseguró esta misma semana que la petrolera se encuentra "bajo presión" ya que los precios del petróleo que apenas alcanzan los 38 dólares por barril en estos momentos están alejados del escenario ácido que dibujó la petrolera en octubre y en el que se preveía un precio medio de 50 dólares para el barril. No obstante, fuentes consultadas por este diario, indicaron que el precio era para todo el periodo del plan, por lo que no existe en estos momentos preocupación por el pago del dividendo de la petrolera.

Los analistas de Bekafinance aseguran en una nota emitida el pasado día 5 que la petrolera "ya acumula desinversiones cercanas a los 3.000 millones de euros del total de 6.200 millones anunciado para el periodo estratégico, ello unido a la reciente oferta de recompra de bonos de Talisman a largo plazo la sitúan en una posición de mayor solidez de cara a la próxima reunión con las agencias de rating".

La cotización de Repsol, no obstante, sigue sufriendo las inclemencias de los precios del petróleo. Los títulos de la petrolera retrocedieron el miércoles un 2,86% y las acciones de la compañía valen 9,69 euros por título, lo que ha elevado la rentabilidad por dividendo hasta el 10,3%, una de las mayores de la bolsa española, aunque el pago sigue siendo en scrip.

Futuras desinversiones

La petrolera quiere destinar parte de la inversión que estaba realizando en Eagle Ford a delimitar el megayacimiento de Duvernay, en Canadá, con el objetivo de buscar un socio para este megayacimiento que les permita reducir su inversión al tiempo que monetizar mucho antes el activo. Asimismo, la petrolera puede también incorporar un socio para los planes de desarrollo de la eólica marina que tienen que arrancar el año que viene. Entretanto, la petrolera ha puesto en marcha un programa de eficiencia que supone incrementar el objetivo de sinergias desde los 220 millones de dólares al año hasta los 350 millones que prácticamente ya ha logrado.

Asimismo, ha renegociado a la baja los contratos de Talisman en un 7% y los de Repsol en un 5%. Además, la compañía rebaja los precios para los nuevos contratos entre un 10 y un 20% con el objetivo de conseguir la reducción de la utilización del efectivo. Repsol invertirá este año 1.000 millones en exploración, la mitad.

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