Empresas y finanzas

Los hermanos Del Pino reestructuran su deuda antes de repartirse Ferrovial

Rafael del Pino (arriba a la izquierda), María del Pino (arriba a la derecha), Leopoldo del Pino (abajo a la izquierda) y Joaquín del Pino (abajo a la derecha).

Los hermanos Del Pino se mueven ahora por separado. María, Rafael, Leopoldo y Joaquín del Pino y Calvo-Sotelo acaban de repartirse el 40,8% que les daba el control en Ferrovial y que tenían de manera conjunta a través de Portman Baela. Pero, antes de dar ese paso, la familia se aseguró de sanear el balance de esta sociedad instrumental, reduciendo su pasivo un 62,4% en los últimos tres años, o lo que es lo mismo, recortando su deuda en 749,61 millones.

Según aparece en las cuentas de resultados de 2014, la deuda financiera de Portman Baela ascendía al cierre de ese ejercicio a 449,09 millones de euros, una cifra muy lejana de los 1.198,7 millones de euros que llegó a sumar a 31 de diciembre de 2011.

La estrategia de la segunda generación de la familia Del Pino para salvar su sociedad patrimonial se ha basado principalmente en la amortización del pasivo, gracias al cobro de dividendos de Ferrovial, concepto por el que llegó a ingresar hasta 400 millones en 2012 y 200 millones anuales desde entonces. Portman Baela explica en este sentido en sus cuentas que "los dividendos de su participada Ferrovial son su principal fuente de ingresos, por lo que la evolución previsible de los negocios irá ligada a la de ésta".

La sociedad ha contado también con el respaldo de dos importantes entidades financieras, como son el Santander y BBVA, que en los últimos años han extendido el vencimiento de sus préstamos personales hasta en tres ocasiones. Ambas firmas dieron oxígeno a la familia cuando atravesaba por uno de sus peores momentos a nivel empresarial, ya que la acción de Ferrovial llegó a desplomarse hasta los 3 euros, frente a los 21 euros que ronda actualmente. El último movimiento de la familia para terminar de sanear su situación se produjo en julio del año pasado, cuando canceló los últimos 600 millones que adeudaba de un préstamo sindicado encabezado por estos dos bancos y que vencía en julio de 2016.

Siguiendo "una política de reducción de costes financieros", suscribió ese mismo mes un nuevo contrato de préstamo, con otra entidad bancaria-que no se especifica- por 613,5 millones de euros.

"Como garantía de este préstamo, se ha constituido una prenda sobre 141,2 millones de acciones de Ferrovial, así como sobre los derechos de crédito derivados de ciertas cuentas", explica la sociedad.

Este préstamo está sujeto a una ratio de garantía que debe cumplirse hasta su vencimiento. El valor del préstamo sobre la cotización de las acciones pignoradas debe ser inferior al 57,5% y en caso de superarse, la sociedad tendría que aumentar sus garantías. Al cierre del año pasado la ratio se situaba en el 19%, por lo que no había ningún tipo de problema.

Pero es que, además, Portman Baela logró ese mismo año amortizar 170 millones de euros del principal, de tal forma que la deuda pendiente de este préstamo ascendía a 31 de diciembre de 2014 a 443,5 millones en concepto de capital.

Reparto entre hermanos

Tras todos estos movimientos, la familia del Pino ha decidido repartir el 40,8% que ostentan en Ferrovial de forma que Rafael del Pino, presidente de la constructora, se queda como accionista mayoritario con el 20,01% a través de su sociedad Rijn Capital BV.

Por otro lado, Leopoldo tendrá el 8,3% de Ferrovial mediante Siemprelara, María se queda con otro 8,09% a través de Menosmares y, finalmente, Joaquín poseerá el 2,52% mediante su sociedad Soziancor. Los hermanos Del Pino deshacen así la unificación que sellaron mediante un pacto sindicado tras el fallecimiento, en 2008, de su padre y fundador de Ferrovial, Rafael del Pino.

En ese momento, su viuda e hijos decidieron que la mejor estrategia para que la familia pudiera mantener el control en la constructora sin inquietudes era sindicar la acción. Sin embargo, ahora la situación ha cambiado y existen ejemplos evidentes de que se puede controlar con una participación minoritaria, como es el caso del Santander.

La familia Botín ha tenido tradicionalmente entre un 1% y un 2% del capital y esa participación le ha permitido mantener el control de la gestión y que las riendas del banco hayan pasado de generación en generación.

Con el control asegurado, los hermanos Del Pino prefieren disponer a su antojo de las acciones de la constructora. De este modo, cada uno de ellos puede atender sus necesidades personales, algo que estaba limitado antes, ya que con el sindicato se deben pedir una serie de autorizaciones al resto de socios en determinados movimientos.

Detalles de la operación

En este sentido, la sociedad explicó el martes que "la operación forma parte de la transición ordenada de la segunda generación del grupo familiar Del Pino en el capital de Ferrovial, de forma que las distintas ramas familiares que hasta este momento mantenían la mayor parte de su inversión en dicha compañía conjuntamente a través de Portman Baela, pasen a tener su participación en la constructora a través de sociedades controladas por cada una de ellas".

Esta operación se estructurará en dos compraventas sucesivas, la primera de las cuales tuvo lugar el martes y la segunda, que se ejecutará, previsiblemente, mañana 7 de agosto, mediante las que Portman Baela transmitirá las 301.130.059 acciones representativas del 40,82 por ciento del capital de Ferrovial, de las que era titular hasta ahora, a sus socios Menosmares, Rijn Capital BV, Soziancor y Siemprelara.

Como consecuencia, cesarán los efectos de los pactos parasociales sobre Ferrovial relativos a los socios de Portman Baela y de su matriz, Karlovy.

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