Empresas y finanzas

Antonio Camacho dice haber perdido 19,02 millones de euros con Gescartera

Corrige la cifra del lead que va entre paréntesis por un error de cálculo.

Madrid, 24 sep (EFECOM).- El principal imputado por el caso Gescartera, Antonio Camacho, afirmó hoy que él y su familia han perdido más de 3.165 millones de pesetas (19,02 millones de euros) en aportaciones para paliar las pérdidas de la agencia de valores, donde -dijo- "siempre hemos velado por el interés de los clientes".

En la tercera sesión del juicio oral por este escándalo financiero, Camacho basó su defensa ante las acusaciones del fiscal Vicente González Mota en decir que nunca participó en la gestión ni liquidación de los valores de los inversores, sólo en "captar clientes" y "prestamistas" para mantener Gescartera como un "proyecto viable".

"Siempre hemos velado por los intereses de nuestros clientes", recalcó Antonio Camacho, quien insistió en que nunca ha intentado engañar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), pese a que el fiscal le enseñó una declaración ante la juez Teresa Palacios, en marzo de 2002, en la que admitía que encubrió el "desfase" patrimonial y la lista de clientes al organismo regulador.

Precisamente Camacho utilizó a la CNMV en su defensa, al indicar que, desde 1992, el organismo regulador conocía donde estaban los fondos de los clientes, tal y como refleja -según él- un informe de la Agencia Tributaria y, desde 1994, sabía que había "pérdidas importantes" en las carteras de los inversores.

El principal imputado de Gescartera, para quien el fiscal pide once años de cárcel por apropiación indebida y falsedad documental, indicó que dedicó su dinero, el de su familia y el de sociedades ligadas a reflotar Gescartera que llegó a unas pérdidas de 48,08 millones de euros (unas 8.000 millones de pesetas, con unas compras de 60.000 millones de pesetas en compras por 52.000 millones de pesetas en ventas).

Frente a la versión del fiscal, que le acusó de desviar dinero de los clientes de Gescartera a sociedades ligadas a él como BC Fisconsulting, Antonio Camacho dijo que estas compañías "captaban dinero" de grandes prestamistas para mantener la operativa de la agencia de valores, por cantidades que oscilaban entre 600.000 euros y 2,4 millones de euros (entre 100 y 400 millones de euros).

El dinero para hacer frente a las minusvalías y para pagar el dinero a los prestamistas "nunca provenía de los clientes", indicó Camacho, quien negó "rotundamente" que la existencia de una cuenta global "omnibus" pudiera servir -según la versión del fiscal- para que un cliente corriera con los riesgos de otro.

Además, el principal imputado de Gescartera dijo que la contabilidad era llevada por Francisco Javier Sierra de la Flor mientras que las relaciones con la CNMV eran responsabilidad, como directores generales, de Francisco Moreno y José María Ruiz de la Serna.

Precisamente comentó que la CNMV, a través de su jefe de supervisión (Ramiro Martínez Pardo del Valle), le recomendó que contratara a José María Ruiz de la Serna y a Salvador Alcaraz para solucionar los problemas de información y gestión que surgieron en su día.

Antonio Camacho dijo desconocer, antes de que se produjese la intervención de la agencia de valores en junio de 2001, la existencia de unos certificados de Caja Madrid y La Caixa en los que se hablaba de la existencia de fondos para responder a los inversores que presuntamente habían hecho los clientes.

De cualquier manera, según insistió Camacho en varias ocasiones, la CNMV "era conocedora de todas las operaciones de los clientes" y sólo puso pegas en cuestiones de "reporting","gestión" u "organización interna", "nunca sobre los fondos de los clientes", a pesar de que el fiscal le exhibió varios documentos del sumario que demuestran lo contrario, ya que, en 1999, utilizaron varios cheques falsos por 24 millones de euros (4.000 millones de pesetas) para cubrir las pérdidas de los clientes.

Rechazó también la acusación de que las denominadas "operaciones cruzadas" fueran un mecanismo de engaño a los clientes y señaló que lo que se intentaba con ellas era "regular la rentabilidad media de las carteras", ya que el rendimiento en Gescartera venía de la "retrocesión" de las comisiones cobradas a los clientes.

Sobre las diferentes entidades bancarias con las que operó Gescartera -primero con HSBC y después con Bankinter, Deustche Bank y Caja Madrid-, Camacho insistió en que las decisiones de salir de unos y operar en otros las tomaban "unilateralmente" el contable Francisco Javier Sierra de la Flor y José María Gómez de la Serna.

En otro momento de su declaración, el principal imputado del caso Gescartera reveló además que había acudido, poco antes de la intervención, a una financiación desde Estados Unidos para salvar, al "estilo" de lo ocurrido con empresas como Sniace o Radiotrónica, las pérdidas de los clientes que están valoradas, en el sumario, por más de 50 millones de euros.

También desgranó sus aportaciones a la agencia de valores, desde cuentas de Gaesco Inversiones (500 millones de pesetas) y Link Securities (25 millones de pesetas), una póliza de HSBC por 750 millones de pesetas (200 millones) y la sociedad Breston y Promociones Andolini (1.500 millones de pesetas).

Además pagó, desde el BBVA, 660 millones de pesetas y otros 260 millones de pesetas de la entidad Gescartera Fondos de Pensiones hasta completar unos 3.165 millones de euros (19,02 millones de euros). EFECOM

lbm-dsp/mdo

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