Washington, 14 may (EFECOM).- El presidente de EEUU, George W. Bush, anunció hoy que ha instruido al gobierno para que regule antes de finalizar el 2008 el consumo de gasolina y las emisiones de gases de efecto invernadero en los vehículos.
El anuncio se produce después de que el mes pasado el Tribunal Supremo emitiera una sentencia que obliga a la Agencia de Protección del Medioambiente (EPA) a reducir las emisiones de los automóviles.
En una breve declaración en los jardines de la Casa Blanca, Bush afirmó que "he dado instrucciones a la EPA y los Departamentos de Transporte, Energía y Agricultura para que den los primeros pasos de cara a normativas que recorten el consumo de gasolina y las emisiones de gases invernadero entre los vehículos a motor".
Esas normativas, agregó, tendrán que tener como referencia el plan de la Casa Blanca para reducir en un plazo de diez años las emisiones de gases de efecto invernadero en un 20 por ciento.
Además, a la hora de presentar sus propuestas, los organismos gubernamentales afectados tendrán, según Bush, que escuchar la opinión pública y tener en cuenta "la seguridad, la ciencia y la tecnología disponible".
Asimismo, deberán evaluar "los beneficios y los costes" antes de presentar las nuevas regulaciones, agregó el presidente, que indicó que el plazo que ha dado para completar todo el proceso expirará a finales del 2008.
"Es una cuestión legal y técnica complicada, y va a llevar tiempo resolverla del todo, pero es importante que avancemos", sostuvo.
Según el presidente, "cuando se trata de la energía y el medio ambiente, los estadounidenses esperan sentido común y medidas concretas".
El mes pasado, el Supremo declaró, en una decisión de cinco votos contra cuatro, que los gases invernadero, como el dióxido de carbono, son contaminantes del aire según la legislación estadounidense y como tales sus emisiones pueden ser reguladas por la EPA si encuentra que ponen en peligro la salud pública.
En su sentencia, muy crítica con el Gobierno, los magistrados opinaron que las razones ofrecidas por la actual administración para no regular esas emisiones son insuficientes.
La mayoría demócrata en el Congreso ha exigido al Gobierno que especifique cuándo aplicará la sentencia del Supremo y comenzará a regular las emisiones de dióxido de carbono. EFECOM
mv/jma
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