Washington, 28 mar (EFECOM).- El mayor sindicato del sector del automóvil en Estados Unidos, United Auto Workers (UAW), termina hoy en Detroit una convención de dos días en la que ha planificado estrategias para las negociaciones que mantendrá este verano con los fabricantes de automóviles.
Hoy, la gobernadora del estado de Michigan, Jennifer Granholm, señaló a los 1.500 delegados de UAW que el país necesita un líder que apoye "nuestra lucha por la forma de vida de la clase media estadounidense".
Las palabras de Granholm son una crítica directa al presidente estadounidense, George W. Bush, y su falta de iniciativas ante la crisis que afecta al sector del automóvil del país.
Los tres mayores fabricantes de automóviles estadounidenses, General Motors, Ford y el Grupo Chrysler, atraviesan una grave crisis económica que les ha obligado a eliminar decenas de miles de puestos de trabajo, muchos de ellos en el estado de Michigan y en su inmensa mayoría en manos de afiliados a UAW.
Granholm también dijo que las autoridades federales y estatales deberían colaborar para exigir que otras naciones eleven sus estándares laborales y evitar que los puestos de trabajo en Estados Unidos se desplacen a países con costes salarios inferiores.
Ayer, el presidente de UAW, Ron Gettelfinger, amenazó con la convocatoria de huelgas si las empresas no respetan los derechos de los trabajadores. Más de medio millón de trabajadores están afiliados a UAW.
"Nuestro sindicato no quiere recurrir a la huelga. Pero cuando los empleadores actúan como si la negociación es en una sola dirección, entonces haremos lo que tengamos que hacer", afirmó el líder sindical.
Gettelfinger también tuvo duras palabras para los directivos de Delphi, el mayor fabricante de componentes del automóvil del mundo que se encuentra en suspensión de pagos desde octubre de 2005.
"Es evidente que estas alimañas suspendieron pagos para romper el sindicato. Nuestro mensaje a los Steve Miller (presidente de Delphi) del mundo empresarial de EEUU es que nunca lo lograrán. UAW y otros sindicatos siempre lucharán, no importa cuánto tiempo lleve", dijo Gettelfinger.
UAW y Delphi llevan meses batallando por el plan de reestructuración de la empresa. Los directivos del fabricante quieren recortar de forma radical salarios y prestaciones sanitarias de sus empleados además de cerrar la mayoría de las factorías que existen en EEUU.
Delphi quería recortar los salarios a 10-12 dólares la hora, una disminución del 60 por ciento.
El año pasado Delphi perdió 5.500 millones de dólares. En 2005 las pérdidas fueron de 2.400 millones de dólares.
Pero el juez federal que supervisa la suspensión de pagos autorizó recientemente que los directivos de la empresa reciban hasta 37 millones de dólares en primas si la empresa alcanza este año determinados objetivos empresariales. EFECOM
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