
Abanca obtuvo un beneficio neto de 81,2 millones de euros entre enero y marzo, lo que supone un aumento interanual del 13,2% en términos recurrentes o descontando el impacto contable de la integración de Bankoa en 2021. Si se incluyen dichos extraordinarios, el beneficio cae un 40,9% al comparar con los 137,4% millones ganados un año antes gracias dicho efecto. Su rentabilidad sobre fondos propios tangibles se situó un 7,6%.
La entidad atribuyó la mejora del beneficio sin atípicos al crecimiento del 4,3% en los ingresos recurrentes y un descenso de los gastos y, sobre todo, de las provisiones para insolvencias.
El volumen de negocio aumentó un 9,5% y superó los 107.880 millones, gracias según el banco a "una intensa" captación de nuevos clientes en Galicia y fuera. Su base aumentó un 9,5% en el ejercicio y crece un 43,9% en tres años, cuando también avanzó un 45,3% el negocio gestionado.
El saldo de créditos lo aumentó un 8,6%, hasta los 45.694 millones, y en otro 11% los recursos totales de clientes gestionados, cuyo importe alcanza así los 61.920 millones de euros. Por productos, la entidad destacó que aumenta un 11% los depósitos de clientes, un 8,9% las tarjetas de crédito y débito, un 13,4% el parque de TPVs y otro 11,1% los recursos gestionados fuera de balance (seguros, fondos de inversión, pensiones, etc).
En seguros, en concreto, elevó un 13,3% la contratación de productos de vida-riesgo, un 22% las coberturas de autos o el 14% en los seguros de empresas. La expansión del negocio fue compatible con reducir el ratio de morosidad al 2,1%, mientras que la tasa de cobertura en provisiones del conjunto de adjudicados y créditos morosos escaló al 76,4%.
Casi todos los márgenes de la cuenta registraron avances: el financiero o de intereses creció un 4,4%, el margen básico aumentó un 4,3% tras anotarse otro crecimiento del 4% en los ingresos por prestaciones de servicios y el margen bruto avanzó un 11,9%.
Sin embargo, el margen antes de provisiones se redujo un 13,7% y el beneficio bruto recortó un 4,1% pero el resultado mejora en la línea final tras reducir un 40,2% el epígrafe de provisiones, un 48,7% la partida de impuestos. Los gastos de explotación cayeron un 6,8% tras los ajustes realizados después de las integraciones.
En capital, su ratio CET1 se situó en el 12,8%, con un exceso de 463 puntos básicos sobre el mínimo regulatorio exigido y que supone que tiene 1.513 millones de euros de colchón de solvencia excedentario.
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