
El Grupo Catalana Occidente batió previsiones en 2021 y arranca el nuevo ejercicio con una profunda remodelación de su consejo de administración en línea con los nuevos requerimientos legales y los estándares de gobierno corporativo. En números, logró un beneficio consolidado de 468,3 millones de euros que supone un aumento interanual del 73,4%, mejora los 425,25 millones augurados por el consenso de analistas de Bloomberg y supera los 424,5 millones que obtuvo en 2019.
Su cuenta se normaliza frente a un 2020 donde vio caer un 32 el beneficio por culpa del impacto en el seguro de crédito por la crisis ocasionada con la pandemia ya que tuvo que hacerse cargo de los impagos asegurados de sus clientes con problemas de insolvencia.
La mejora ha decidido a su consejo de administración proponer a la junta de accionistas que celebrará el 28 de abril aumentar un 10% el dividendo complementario que pagaría el 11 de mayo. Así repartirá un 0,9464 euros por acción o 113,57 millones, un 7,3% más.
Además ha aprobado una reestructuración del máximo órgano de administración para adaptarlo a los estándares más altos de gobierno corporativo, ampliar la diversidad y adaptar su tamaño para dotarlo de "máxima flexibilidad y agilidad en la toma de decisiones", según explicó en rueda de prensa el director general, Francisco José Arregui.
A futuro tendrá 10 miembros frente a los 16 actuales: tres ejecutivos (el presidente, José María Serra; el consejero delegado, Hugo Serra, y Aguirre); tres independiente (Juan Ignacio Guerrero, Javier Pérez Farguell y una nueva consejera, Beatriz Molins) y cuatro dominicales (Asunta Soler Serra, Federico Halpern, Jorge Enrich Serra, Alvaro Juncadella).
Para hacerlo posible saldrán del consejo Jorge Enrich Izard, Gestión de Activos y Valores (puesto que ocupa Álvaro Juncadell), Alberto Thiebaut Estrada, Enrique Giró Godó, Jusal SL (José María Juncadell); Lacanuda Consell SL (ocupado por Carlos Halpern) y Fernando Villavecchia. Su configuración tiene lugar pocos después del nombramiento como consejero delegado de Hugo Serra y de cara a un ejercicio ya donde el grupo consolidará el retorno a la normalidad tras un 2020 marcado por la pandemia.
El empuje posterior, de 2021, se apoyó, de hecho, principalmente en la normalización de la actividad económica y el consecuente tirón del seguro de crédito. Este negocio, que opera a través de sus marcas Atradius y Crédito y Caución ganó 241,8 millones, un 379,8% más y se situó también por encima de los 238,2 millones cosechados antes del Covid.
Su mejora descansa principalmente por menores siniestros, pero también elevó un 13,2% la facturación en este ramo (medido entre las primas recaudas e ingresos por información), hasta los 2.081,5 millones. La combinación de los mayores ingresos y la gestión de riesgos hizo que el ratio combinado bruto de reaseguro asociado al seguro de crédito mejorase en 29,9 puntos porcentuales, hasta el 64,2%.
En el seguro tradicional que opera a través de sus compañías Seguros Catalana Occidente, Plus Ultra, Seguros Bilbao y NorteHispana Seguros ganó 244,2 millones, un 2,3% más, con una progresión también del 3% en los ingresos, que ascendieron a 2.801 millones.
La compañía destacó el favorable avance dentro de esta actividad de los ramos de diversos, multirriesgos y vida, con expansiones del 6%, 5,1% y el 3,7%, respectivamente. Su ratio combinado en No Vida mejoró en 0,3 puntos porcentuales, hasta el 88,9%.
En conjunto, los ingresos del grupo avanzaron un 7,1% y alcanzaron los 4.882,5 millones. "Ha sido un ejercicio en el que se ha consolidado la evolución positiva en nuestras dos ramas de actividad", expuso el director general del Grupo Catalana Occidente, Francisco Arregui.
Subrayó que mejora en "más de un 10% el resultado previo a la pandemia" y el grupo "ha demostrado su resiliencia siendo fiel a sus pilares estratégicos de crecimiento, rentabilidad y solvencia". Su ratio de solvencia se situó en el 220%, 4 puntos porcentuales más que el año anterior.
Conflicto bélico en Ucrania
En cuanto al conflicto bélico en Ucrania, el director financiero del grupo, Carlos González Bailac, explicó que el grupo carece de presencia directa en aquel país y mantiene una exposición "francamente residual" frente al mismo y a Rusia, pero está vigilante sobre las potenciales tensiones inflacionarias.
"Como es lógico seguimos el desarrollo de los actuales acontecimientos para tenerlos en cuenta en el marco de nuestros análisis dinámicos sobre el riesgo de crédito de las empresas ucranianas y rusas y, como no puede ser de otra manera, cumpliremos con las sanciones internacionales que finalmente se vayan imponiendo", indicó en términos de afectación directa.
El directivo refirió que "monitorizan" la situación para gestionar su exposición al riesgo de acuerdo a su política de suscripción y su "apetito al riesgo en el resto de áreas geográficas", relativizando el efecto directo ya que el peso de la UE con Rusia "no es relevante" porque "no supera el 2% del total".
Sin embargo, sí admitió que están "pendientes" por la dependencia energética de Rusia. "Una crisis energética sí podría tener impacto en nuestros valles europeos vía tensiones inflacionarias", agregó y precisó que la gestión "no se modificará sustancialmente" en la medida que las tenciones inflacionarias ya se observan en los últimos meses, aunque sí "acelerarían las acciones que tuviéramos que hacer en este sentido".