
Mapfre alentó hoy al Gobierno a permitir que se deduzcan las pérdidas incurridas por la inversión en la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) como condición para vender el 1,04% que controla en la sociedad semipública. Su demanda la formuló el presidente del grupo, Antonio Huertas, durante la presentación de resultados correspondientes a 2021 tras desvelar que con las reglas actualmente vigentes el consejo de administración ha decidido declinar la oferta formulada por el Frob y no desinvertirá.
El Gobierno cambió la norma para que el Estado pudiera tomar el control accionarial de la Sareb después de que el Eurostat obligase a computar como deuda públicos los 35.000 millones emitidos por el banco malo y como déficit su más de 10.500 millones de patrimonio negativo.
El Frob lanzó después una oferta por el 54,1% que no controla a un precio simbólico de 194,35 euros. Para rebasar dicho umbral precisa adquirir poco más de un 4%, pero el problema que se abre es que aquellos accionistas con inversiones superiores a los 20 millones de euros no podrán compensar las pérdidas fiscalmente hasta que la sociedad se liquide, en el año 2027.
Es el caso de Mapfre, que cuenta con una exposición total de 50 millones de euros -invirtió 10 millones en capital y 40 millones en deuda subordinada, posteriormente convertida en capital-. Huertas expuso que el consejo ha declinado la oferta de venta al Frob porque si, se mantiene en el capital, podrá deducirse hasta el 25% y ese crédito fiscal está "en el balance de Mapfre".
"Si fuéramos a la venta esos 12,5 millones se perderían este año. No podemos aprobar eso en el consejo de administración", indicó. "Si el Gobierno y tributos efectuasen una reforma se podría replantear", agregó. El director financiero de Mapfre, Fernando Mata, aclaró que no lo han solicitado formalmente al Gobierno pero sí han dirigido la situación a Unespa las aseguradoras que encaran la misma situación para conocer sus posibilidades con la interpretación de la normativa aplicable.
En síntesis se trata de Mapfre y Mutua Madrileña, que inyectó a su vez 30 millones de euros (6 millones en capital y 24 millones en deuda). En el capital de Sareb entraron también Axa, Catalana Occidente, Mutua Pelayo, Asisa, Reale, Zurich, Santalucía y Generali, pero la situación no afecta a estas compañías.
La diferencia entre unas y otras es la cuantía invertida. Mutua y Mapfre superan el umbral de 20 millones que, según la ley, obliga a esperar a la liquidación de la sociedad participada para poder compensar fiscalmente la pérdida. El resto, con inversiones inferiores, sí podría acudir a la oferta del Frob y aplicarse las correspondientes deducciones, siempre que tengan beneficios suficientes en el ejercicio para su ajuste fiscal.
La situación creada por la normativa fiscal hace que apenas 13 de los 25 accionistas de la Sareb estén actualmente en condiciones de salir del capital o vender sin perder beneficios fiscales.
Huertas aclaró, no obstante, que Mapfre tiene toda la inversión provisionada de forma que no incurrirá en quebranto alguno, especificando que sólo sería el impacto de la no deducibilidad que la compañía sí tiene anotado en el patrimonio.