La secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, ha lanzado una alerta este martes por la "alarmante" falta de chips en el país, que podría obligar a cerrar fábricas en caso de un repunte de los casos de covid-19, un desastre natural o inestabilidad política en un país productor extranjero.
"La situación en la que nos encontramos como país es alarmante y necesitamos tomar medidas urgentes para aumentar nuestra capacidad doméstica", ha señalado Raimondo, tras presentar el informe "Riesgos en la Cadena de Suministro de Semiconductores".
Este estudio determina que los fabricantes de automóviles o aparatos médicos, entre otros, han pasado de tener un inventario de microchips suficiente para producir durante 40 días en 2019 a disponer de chips para seguir produciendo durante únicamente cinco días en 2021.
Cualquier imprevisto puede tener graves consecuencias en la producción
Esta drástica caída de las reservas implica que cualquier imprevisto en la cadena de suministro puede tener graves consecuencias en la producción estadounidense, especialmente cuando una gran parte de la misma se encuentra fuera de territorio estadounidense.
"La cadena de suministro de semiconductores sigue siendo frágil y resulta esencial que el Congreso apruebe fondos para la producción de chips tan pronto como sea posible", ha reclamado la secretaria de Comercio.
Raimondo trata así de recabar apoyos entre los congresistas para el plan de 52.000 millones de dólares propuesto por el presidente del país, Joe Biden, en incentivos a las compañías que construyan fábricas de semiconductores en suelo estadounidense.
El informé señala que la demanda de semiconductores en 2021 fue un 17% superior a la que había en 2019 y que la mayoría de fábricas de microchips están operando a una capacidad igual o superior al 90%.
El pasado viernes, Biden dio un discurso sobre semiconductores con motivo del anuncio por parte de Intel de una inversión de 20.000 millones de dólares en dos plantas de manufactura de chips en Ohio, una de las mayores inversiones en semiconductores en la historia del país.
La escasez de semiconductores, esenciales en la fabricación de teléfonos móviles, vehículos y equipamiento médico, ha sido persistente durante la pandemia y ha lastrado los esfuerzos del Gobierno de Biden para que la economía se recupere.
Además, la falta de chips para producir automóviles ha ocasionado una subida de precios de los vehículos, en medio de la inflación en los últimos meses en EEUU.
Ganar el pulso a China
Así las cosas, la Cámara Baja ha presentado este martes un proyecto de ley destinado a mejorar la posición de EEUU en su competición con China y fortalecer sus cadenas de suministros, además de fomentar la producción nacional de semiconductores o chips.
La citada propuesta incluye una inversión prevista de 52.000 millones de dólares para subsidiar la fabricación estadounidense de los chips, necesarios para dispositivos civiles y también militares.
Biden piensa que la medida "fortalecerá las cadenas de suministros y revitalizará el motor de innovación de la economía" estadounidense, para "ganar la competición con China y el resto del mundo durante décadas".
El año pasado, el Senado estadounidense aprobó un proyecto de ley similar al desvelado este martes en la Cámara Baja, por lo que solo falta que ese hemiciclo apruebe su versión para que Biden pueda firmar la legislación y ésta entre en vigor.
El proyecto de ley, de casi 3.000 páginas y llamado "Estados Unidos compite", incluye además una inversión prevista de 45.000 millones de dólares para mejorar las cadenas de suministros a nivel nacional y evitar la escasez de bienes considerados "críticos", además de fomentar su producción en el país.