La logística es la gran protagonista de esta Navidad en la que se espera que una parte importante de los regalos lleguen a casa a través de las compras en Internet. Todo ello se producirá en un momento en que el sector del transporte por carretera, uno de los agentes principales del mercado, amenaza con paros; los precios de los fletes, pese a las moderaciones de las últimas semanas, están al alza y el combustible sigue subiendo. elEconomista ha hablado con Daniel Carrera, presidente de UPS Europa, para conocer sus planes a corto y medio plazo.
¿Cómo fue la pandemia para UPS?
En el último año y medio hemos sido pioneros en entregar vacunas en todo el mundo. Para final de este año vamos a llegar a los 1.000 millones de vacunas entregadas con un 99,9% de servicio a tiempo. Es algo que nos enorgullece, además de los buenos resultados a nivel financiero, son cosas que realmente tanto a clientes como a nosotros nos hacen estar orgullosos de trabajar aquí.
A nivel financiero, ¿cómo esperan terminar el ejercicio?
Estamos creciendo un 12% en cuanto a volumen y aproximadamente un 15% a nivel de facturación con respecto al año pasado en estos momentos. Creemos que la temporada pico que ahora empieza, nuestro mayor volumen, será exitosa. Estamos proyectando entre un 6% y un 8% más de volumen que el año pasado para Black Friday y Navidad. Hemos hecho importantes inversiones para poder adaptarnos.
¿A qué tipo de inversiones se refiere?
Hemos invertido en centros de automatización en Turquía, Eslovenia, Suiza, Alemania, Reino Unido y España. En el caso de España, 40 millones en un centro en Barcelona que abriremos en febrero y servirá para procesar más del doble de lo que teníamos en el anterior centro. Estamos invirtiendo en infraestructuras a nivel de activos. Desde 2017 hemos incluido 47 aviones a nuestra flota, una de las más grandes del mundo, y vamos a seguir haciéndolo. La logística es un sector estratégico para muchas empresas. Es clave tener un flujo logístico lo más optimizado posible para poder llegar al cliente antes que tu competencia y tener una infraestructura que te permita ser eficiente en tiempo y costes.
La carga aérea está creciendo en los últimos meses, ¿están viendo reflejada esta tendencia?
Tenemos una red de transporte por carretera muy bien desarrollada en Europa y estamos viendo que tanto el aéreo como el terrestre están creciendo mucho.
El transporte por carretera está en un momento complicado en España con un cierre patronal planteado para Navidad. ¿Cómo afecta la situación a UPS?
Estamos siguiendo con mucha atención el tema y esperamos que se solucione lo más rápido posible y de una manera que sea beneficiosa para ambas partes. Una empresa como UPS trabaja con sus propios camiones, pero también con terceros y es importante que el flujo de transporte, sobre todo en estas semanas, no se interrumpa.
¿Cómo hacen frente a la falta de conductores?
No estamos teniendo muchos problemas para encontrar conductores. Tenemos una infraestructura de muchos años y la reputación de UPS en el mercado es muy positiva en la imagen de marca y en cómo llevamos el negocio.
¿A qué se debe que otras empresas sí tengan problemas?
Es difícil saberlo, cada empresa tiene sus propios retos. Hay algunas que no han sabido dinamizar su estructura, otras no tienen la capacidad de entrar en unos salarios que sean competitivos... sería difícil entrar a valorarlo sin saber las condiciones de cada empresa.
El reto por delante es la descarbonización del sector, ¿cómo lo afronta UPS?
Hemos sacado una agenda de descarbonización para 2030-2040 muy agresiva. Llevamos mucho tiempo invirtiendo en nuestra flota aérea para bajar la contaminación acústica mucho tiempo. En tierra, estamos viendo cómo hacer entregas más sostenibles y, por ejemplo, en Ámsterdam, hacemos entregas en bici y en Venecia, en góndola.
Tenemos una agenda de descarbonización muy agresiva
En cuanto a nuevos combustibles, ¿qué están probando?
Estamos probando eléctrico, con gas... diferentes métodos. Todavía no hay uno que sea lo suficientemente efectivo en coste y al mismo tiempo dé la suficiente capacidad de carga que tiene el petróleo.
¿El cliente está dispuesto a pagar más para que su paquete llegue de forma más sostenible?
Nosotros estamos viendo que sí. La cuestión es cuánto más, dónde está el equilibrio. Los clientes nos piden que detallemos la huella de carbono. Tenemos que buscar maneras más eficientes de mover los paquetes y la tecnología es clave.
¿Cómo casa esa eficiencia con el incremento de la logística inversa?
Estamos invirtiendo mucho en infraestructuras que nos den más comodidad y más opciones al cliente. En España por ejemplo tenemos 2.600 puntos para retornar paquetes y lo estamos expandiendo. Se está incrementando el volumen y la automatización de procesos.
¿Es sostenible que el cliente no pague ese transporte?
Gratis no hay nada, nosotros tenemos que dar un servicio competitivo y el cliente tiene que entender que hay un coste. Se están utilizando cada vez más los puntos de conveniencia y eso va a ir al alza.
También están subiendo los costes, ¿se va a repercutir al cliente?
Siempre somos lo más transparentes posible y tenemos que mostrar que los costes suben y lo repercutimos de manera transparente. En cuanto podamos, vamos a optimizar nuestros edificios para reducir nuestro gasto y que los nuevos sean lo más sostenible posible.