Prueba y error. Glovo analiza nuevos modelos para operar en España tras la entrada en vigor de la 'Ley Rider' y los problemas y denuncias que ha generado la puesta en marcha de su estrategia de autónomos en nuestro país. Así lo confirman a elEconomista fuentes conocedoras de los movimientos de la multinacional, que admiten que la compañía estaría mirando a sus competidores directos, que han desarrollado otras estrategias en las últimas semanas, analizando cambios en su modelo con la vista fijada en incorporar flotas de repartidores subcontratadas.
Cabe recordar que Glovo anunció la contratación, antes de final de año, de unos 2.000 de sus repartidores, alrededor de un 20% de la plantilla. Adicionalmente, puso en marcha un modelo "mejorado" de repartidores autónomos que deben pujar por los pedidos para que estos les sean asignados. Este sistema, que para los expertos legales consultados por este diario y para los sindicatos, incumple la 'Ley Rider', ha cosechado múltiples quejas y denuncias ante la Inspección de Trabajo.
Tanto es así, que la pasada semana, solo unos días después de que lo pusiesen en marcha, la compañía anunció las primeras modificaciones, basadas en el cambio del sistema de puja por los pedidos, eliminando los multiplicadores más pequeños en pro de los repartidores. En cambio, esta modificación no elimina el hecho de que los medios de producción sigan siendo propiedad de cada uno de los repartidores, lo que supone para los expertos legales, seguir incumpliendo la norma.
Ahora, tal y como ha podido saber este diario, la empresa analizaría cambios en el modelo, abriendo la puerta a incluir otro tipo de relación con sus repartidores pero sin llegar a modelos 100% de flotas, como el que está explotando en nuestro país UberEats, o la contratación de más 'riders', como hará Just Eat o Stuart, plataformas que ya trabajan en la negociación de su convenio colectivo con los representantes de los trabajadores, tal y como informaron justo antes de que la norma entrase en vigor.
Huelga en los supermercados
La compañía también debe hacer frente a la huelga que han convocado para esta semana los trabajadores de sus supermercados, conocidos como 'dark stores' en Cataluña. CC.OO. convocó nueve días de paro con el fin de reclamar la mejora de sus condiciones laborales. En total, 110 trabajadores están llamados a la huelga, tal y como informó el sindicato. El objetivo es "que se reconozca que la relación laboral es de carácter estructural y no temporal", así como hacer efectiva su contratación indefinida.