
La Comisión Europea ha elegido los medicamentos contra el Covid de Lilly (dos fármacos), GSK y Roche para la compra centralizada de productos que comenzará en octubre de este año, fecha en la que se espera que los primeros tratamientos reciban el visto bueno de las autoridades regulatorias. A estas terapias se sumará otra que está desarrollando la coreana Celltrion y que la Agencia Europea del Medicamento también tiene incluido en el proceso de evaluación en tiempo real. Se espera que el proceso de compra de estos fármacos concluya a finales de año.
Cuatro de estas terapias son anticuerpos monoclonales bajo revisión continua por parte de la Agencia Europea de Medicamentos. El otro es un inmunosupresor, que tiene una autorización de comercialización actualmente, pero que podría ampliarse para el tratamiento de pacientes con coronavirus.
El Ejecutivo de Ursula von der Leyen quiere evitar que el tiempo se les eche encima como pasó con algunos de los contratos suscritos con las vacunas. Por ello, entre el lunes y el martes se producirán los primeros contactos entre la Comisión y las farmacéuticas para asegurar el suministro. "Se busca garantizar que, una vez autorizadas, las terapias se produzcan en cantidad suficiente lo antes posible", admiten desde Bruselas.
Pero estos cinco medicamentos representan la mitad de tratamientos que la Comisión Europea quiere asegurarse de cara a finales de 2021 y 2022. Bruselas elaborará una cartera de al menos 10 posibles terapias para el coronavirus antes de octubre, basándose en el trabajo del grupo de expertos recientemente establecido sobre variantes del coronavirus.
"El proceso de selección será objetivo y basado en la ciencia, con criterios de selección acordados con los Estados miembros. Dado que se necesitan diferentes tipos de productos para diferentes poblaciones de pacientes y diferentes etapas y gravedad de la enfermedad, el grupo de expertos identificará categorías de productos y seleccionará los candidatos terapéuticos más prometedores para cada categoría según criterios basados en la ciencia", explican desde la Comisión.
La incógnita aún es el precio que tendrán estos nuevos medicamentos. Artículos de revistas científicas han publicado que el coste de fabricación de un gramo de estos anticuerpos monoclonales es de 50 euros, pero lo que falta por saber es qué cantidad se necesitará para ser efectivos. El ensayo de GSK (que trabaja en el proyecto con la farmacéutica VIR) explica que compara la eficacia con 500 miligramos, el de Roche (que trabaja con Regeneron y es una mezcla de dos anticuerpos), ha utilizado en ensayo clínico una pauta de 1.200 miligramos. Por último, Lilly, que también combina dos principios activos, ha ensayado con una cantidad de 2.100 miligramos. En cualquier caso, esto es solo un indicador y el precio final se regirá por más parámetros.
Lo que sí está más definido es el mercado al que accederán estas terapias. Para ello hay que comprobar la evolución de las ventas del único antiviral hasta ahora aprobado: remdesivir, de Gilead. Durante el último trimestre de 2020, la compañía comunicó unas ventas de 1.938 millones de dólares a nivel mundial. En los primeros tres meses de este año han sido 1.456 millones.
Como ya adelantó elEconomista, este año es el último en el que se espera un auge en las ventas. A partir de 2022 comenzará el declive de estos medicamentos. En ese año las ventas se reducirán en un 50% pero, además, en los ejercicios siguientes se irán reduciendo paulatinamente hasta ser residuales.
Tratamientos españoles
Dentro de los cinco medicamentos que le faltan por cubrir a la Comisión Europea existe la posibilidad de que dos compañías españolas consigan introducir su tratamiento. PharmaMar trabaja con aplidina en reclutar a los pacientes necesarios para poder realizar el último ensayo clínico antes de la aprobación del medicamento. El fármaco se ha usado hasta ahora contra el cáncer, pero a comienzos de la pandemia la compañía observó que su mecanismo de acción lo convertía también en un antiviral. Ahora, tras los ensayos preclínicos y los primeros clínicos, los datos avalan que tiene potencial como tratamiento contra el coronavirus. Los resultados de este último ensayo se conocerán a lo largo del segundo semestre de este año.
Por su parte, Grifols también trabaja en una terapia con plasma de pacientes contagiados con el objetivo de ser incluso una terapia de prevención contra el virus, similar a lo que se consigue con una vacuna. La compañía catalana está ultimando el ensayo clínico de Fase III y prometió resultados en primavera. Sin embargo, aún no se conocen las cifras de eficacia de ese estudio en humanos, si bien no deben tardar en aparecer.