Empresas y finanzas

Las tarifas de la luz a precio fijo son hasta 240 euros más caras al año

  • Las diez ofertas más baratas del mercado libre siguen por encima del PVPC
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El nuevo sistema de tarifas eléctricas es ya una realidad. Desde el pasado 1 de junio, alrededor de 19 millones de clientes pueden beneficiarse de unos precios menores siempre que sean capaces de desplazar su consumo eléctrico a las horas de menor demanda. Un extremo notablemente complicado para un consumidor doméstico o una pequeña y mediana empresa, pero no imposible gracias a la digitalización.

Según los datos que recoge la Comisión Nacional de Mercados y Competencia, en estos momentos resulta más barato para un cliente doméstico permanecer en el mercado regulado que acudir al libre.

La CNMC calcula en su comparador de tarifas que, sin cambiar absolutamente nada, un consumidor tipo acogido al PVPC con 3,3 kW de potencia contratada, es decir, aquellos en los que los consumos están al albur de la evolución del mercado mayorista, desembolsa anualmente alrededor de 587,69 euros.

Si hacemos una revisión de las diez ofertas más baratas del momento, el diferencial de precios se sitúa en apenas 13,73 euros.

La tarifa más barata del mercado libre se puede contratar por alrededor de 601,42 euros anuales con Gana Energía, seguida de los 614,78 euros de Naturgy o los 614,81 euros de Repsol.

Según la CNMC, el PVPC sigue siendo la mejor opción del mercado libre

Si elevamos la potencia contratada hasta los 4,4 kW, es decir, la correspondiente a una familia con dos hijos aproximadamente, el precio del PVPC asciende a 644,95 euros y las comercializadoras más baratas continúan siendo Gana Energía con 657,08 euros, seguida de Naturgy con 663,19 euros y Repsol con 684,48 euros.

A lo largo de los últimos años, elEconomista realiza a principios de año una revisión de las tarifas eléctricas en el mercado libre que pueden ustedes encontrar en la revista mensual elEconomista Energía. Si acudimos a los datos recabados en dichos análisis, se puede observar que los precios en el mercado libre se han ido reduciendo de forma considerable desde los 765 euros que tenía de coste en 2018 la tarifa más barata (correspondía a Iberdrola) hasta los 663,83 euros que ofrecía la misma compañía a finales de diciembre del año pasado.

La evolución a la baja se mantiene y Gana Energía ofrece ahora un contrato similar por 644,95 euros.

Por contra, si se revisan las ofertas existentes para las tarifas con precio fijo es recomendable que se observen bien las condiciones, puesto que las ofertas existentes llegan, según los datos que recoge la CNMC, hasta los 885,82 euros, es decir, 240,87 euros más al año comparada con la oferta más barata del mercado.

Desde el pasado 1 de junio alrededor de 19 millones de clientes se benefician de una reducción en su recibo del orden del 3,4% por los cambios regulatorios así como con la posibilidad de ajustar su potencia contratada para diversos periodos horarios.

Esta rebaja proviene de la reducción de un 6,8% en el componente regulado de la factura que representa entre el 50%-55%. Mientras, el 24% restante corresponde al coste de la energía y algo más del 21% a los impuestos.

Los consumidores que estaban acogidos a peajes anteriormente a una tarifa con discriminación horaria -alrededor de 10 millones- verán con la llegada del próximo recibo cómo este nuevo esquema incrementa su factura en, al menos, 2 euros al mes.

Horas valle

En este sentido, la CNMC destaca que más del 50% de las horas del año son de las denominadas valle, donde el consumo es un 95% más barato que en punta. Así, el regulador entiende que estos ahorros en la factura pueden ser mayores ajustando esa potencia y con medidas simples como el evitar encender varios aparatos a la vez (por ejemplo, lavadora y cocina o plancha) -que podrían inducir un ahorro de entre 200 y 300 euros anuales para un consumidor con alto equipamiento eléctrico-, lo que le permitirá ajustar la potencia contratada o cargar el vehículo eléctrico por la noche.

En el caso de la potencia de lunes a viernes en los días laborables, la valle irá de las 00.00 horas a las 07.00 horas, mientras que la punta será de 08.00 horas a las 24.00 horas. En el caso de los fines de semana y festivos, el término potencia será valle todo el día. En lo que se refiere al consumo, se fijan tres tramos horarios: punta, llano y valle. El periodo punta, en el que el coste de los peajes y los cargos será más alto, estará comprendido entre las 10.00 y las 14.00 horas y las 18.00 y 22.00 horas; el tramo llano, con un coste intermedio, se situará entre las 08.00 y las 10.00 horas, las 14.00 y las 18.00 horas y entre las 22.00 y 00.00 horas; y la tarifa valle, la más barata de las tres, se ubicará entre medianoche y las ocho de la mañana y se aplicará durante todas las horas de los fines de semana y festivos.

La CNMC prevé que este modelo -hacia el que camina la normativa europea pero que no está instaurado en otros países- permitirá una gestión activa del consumo, aunque reconocen que en ocasiones anteriores que se han aplicado este tipo de tarifas la demanda no ha mostrado flexibilidad ante las mismas.

Los cálculos de la CNMC estiman que trasladar 500 watios (W) de la potencia contratada del periodo de punta al valle y el 10% del consumo del periodo de punta a los periodos llano y valle puede suponer para el consumidor un ahorro en el componente regulado de la factura superior al 15%.

El Gobierno puede abrir la puerta a los agregadores de demanda para facilitar la gestión

Por otro lado, el Ministerio de Transición Ecológica prepara la creación de un mercado de capacidad con el objetivo de reforzar la estrategia de almacenamiento y darle a Red Eléctrica las capacidades suficientes para contratar la potencia firme necesaria para atender el suministro.

El departamento de Teresa Ribera propone poner en marcha un procedimiento de subastas que gestionará el propio operador del sistema en función de los análisis realizados de sus necesidades.

En otros países este tipo de medidas han propiciado la aparición de los llamados agregadores de demanda con los que se puede optimizar el consumo y se ha intensificado la participación del consumo en los servicios al sistema eléctrico. Es decir, un consumidor puede lograr descuentos en su recibo si en las horas de mayor demanda permite, por ejemplo, que se le desconecte durante media hora la electricidad de la nevera. La digitalización abre puertas en este sentido para poder optimizar el consumo.

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