BBVA está afrontando este miércoles una huelga en todos sus centros de producción, la primera desde hace infinidad de tiempo, por el ERE para despedir a 3.305 trabajadores. Ni siquiera con la gran fusión del Bilbao Vizcaya con el Argentaria, en el 2000, y sus consecuentes ajustes hubo un desentendimiento con los sindicatos y se produjeron consensos. Ahora, a dos días de que culmine el periodo formal de las conversaciones para sellar un pacto, los representantes de los empleados presionan al banco para evitar los despidos forzosos y una mejora en las condiciones. La plantilla ha secundado con rotundidad el paro.
Según las cifras estimativas facilitadas por CCOO, más del 75% de las oficinas no han abierto en la jornada de hoy, aunque en las provincias de Andalucía el cierre ha sido total. En cuanto al seguimiento de los trabajadores, no han acudido a sus puestos en más de un 70% del total en los 2.500 centros en los que opera la entidad.
Además, en las concentraciones contra el ERE en 28 ciudades se han reunido al menos unas 7.500 personas, con el objetivo de frenar los despidos masivos en el banco.
En la reunión del martes, con el fin de rebajar los ánimos de protesta de los empleados, la dirección de BBVA hizo mejoras en algunas de las condiciones, como los traslados, pero éstas fueron suficientes para los sindicatos, que mantuvieron la huelga.
Desde CGT consideran que todas las salidas deben hacerse a través de prejubilaciones y que éstas sean voluntarias. Desde CCOO, formación que ha convocado la huelga, esperan que se rebaje el número de salidas en determinadas provincias por su grado de afección, además de más avances en cuestiones movilidad geográfica y en las 500 recolocaciones internas.
El nuevo paso dado no ha servido para desconvocar la huelga, tras semanas en las que los planteamientos han ido mejorando progresivamente. Pero en esta ocasión se ha quedado demasiado corto a juicio de la plantilla, que en en diferentes jornadas ha llevado a cabo paros parciales de dos horas.
La entidad partió de 3.800 despidos, que luego se fueron rebajando a través de recolocaciones internas. Además, sus propuestas económicas comenzarán de niveles bajos, que fueron progresivamente subiendo.
Condiciones económicas
La última oferta consiste en prejubilaciones desde 50 años en distintos tramos y bajas indemnizadas para el resto. Así, de 50 y 54 años ofrece cuatro veces el 65% del salario, hasta un máximo de 250.000 euros, y un convenio especial con la Seguridad Social hasta los 61 años, así como una prima de 2.000 euros por cada tres años de antigüedad y una prima de voluntariedad de 10.000 euros brutos (entre 10 y 15 años) o de 15.000 euros brutos (más de 15 años).
Para el personal de entre 55 y 62 años con más de 10 años de antigüedad propone dejar el banco con el 70% del salario y un convenio especial hasta los 63 años, con una revalorización del 1%, descontada la prestación por desempleo y, en su caso, subsidio.
La indemnización propuesta para los empleados menores de 50 años y los que tengan menos de diez años de antigüedad es de 33 días por año trabajado con un tope de 20 mensualidades), prima de 2.000 euros por cada tres años de antigüedad y primas de voluntariedad de 5.000 euros brutos (entre 5 y 10 años), 10.000 euros brutos (entre 10 y 15 años) o 15.000 euros brutos (más de 15 años de antigüedad).
Finalmente, la propuesta para los empleados de 63 años o más es de 20 días por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades.