Empresas y finanzas

Juan Miguel Villar Mir, más allá del "elixir de la juventud... trabajar, trabajar, trabajar"

  • Ingeniero, abogado, empresario, académico, político... El dueño del Grupo Villar Mir trasciende como figura clave en el desarrollo de España en los últimos 90 años
  • Culmina la sucesión de su grupo empresarial dando los galones a su hijo Juan Villar-Mir
Juan Miguel Villar Mir en la jura como vicepresidente para Asuntos Exteriores y ministro de Hacienda en 1975.

"Nací en una familia de clase media sin antecedentes empresariales ni fortuna, pero sí con unos valores fuertemente grabados. De ellos heredé el más profundo sentido de honradez, seriedad, respeto a la palabra dada y amor al trabajo y a España". Con estos principios por bandera, Juan Miguel Villar Mir emerge como figura indiscutible en el desarrollo económico de nuestro país, desde el ámbito empresarial, político y social.

Este miércoles, muy cerca de cumplir los 90 años -lo hará el próximo 30 de septiembre- ha decidido ceder el testigo a su primogénito, Juan Villar-Mir de Fuentes, para liderar los designios del grupo empresarial que fundó hace 34 años, que lleva su nombre y que siempre ha pilotado de una manera personalista. Uno de los mayores emporios industriales de España -aún hoy pese a sus dificultades- que partió de la nada en 1987 con la compra de sus primeras dos empresas (Inmobiliaria Espacio y Obrascón), a las que después se fueron sumando varias decenas más con una compleja situación financiera como denominador común.

Villar Mir se convierte en presidente de honor del grupo que creó

Villar Mir considera que este es el momento para culminar una sucesión que ya tuvo un anticipo hace cinco años cuando hizo lo propio en OHL. Lo hace a pesar de que sus capacidades siguen intactas. Quienes han podido conversar con él en los últimos meses lo atestiguan. Tiene los números de todas sus empresas en la cabeza como si estuviera al mando de cada una de ellas. Y su secreto, más allá del "elixir de la eterna juventud" que en alguna ocasión ha bromeado haber tomado, no es otro que, asegura, "trabajar, trabajar y trabajar". De hecho, hasta ahora presumía de seguir trabajando no menos de 10 horas cada día. También de mantenerse en forma con ejercicio diario -aún juega dos veces a la semana al golf, una de sus pasiones junto con los coches clásicos y el Real Madrid, que intentó presidir-.

Villar Mir se convierte en presidente de honor del grupo que creó. Desde esa posición a buen seguro que continuará aportando su experiencia y conocimiento, pero ya apartado de la línea ejecutiva y sin formar parte del consejo de administración. Su retirada llega en un momento trascendente para el futuro del holding, tras sellar una refinanciación y pendiente de concretar nuevas vías que garanticen su viabilidad y aplaquen al fin las amenazas que han tambaleado en el último lustro los cimientos del imperio que forjó. Aquel que superó sin sobresaltos la crisis financiera mundial de 2008, que le llevó a erigirse en una de las cinco mayores fortunas de España en 2017, según la lista Forbes, y que sin embargo en su última etapa se ha visto obligado a empequeñecer, por decisiones empresariales erráticas y en un contexto en el que, además, su nombre se ha visto salpicado por algunos casos de corrupción política que reiteradamente ha negado y por los que no tiene condena alguna.

Ahora, Villar Mir, de profundas creencias religiosas, podrá volcarse en su familia

Ahora, Villar Mir, de profundas creencias religiosas, podrá volcarse en su familia -tiene tres hijos, Juan, Álvaro y Silvia-, especialmente en su mujer, Silvia de Fuentes. "La suerte más importante que se puede tener en la vida es acertar con el matrimonio, y yo acerté con Silvia", señaló en una de sus últimas apariciones públicas en 2019 para presentar el libro sobre su vida, Villar Mir, personalidad universal. Para el empresario, la "estabilidad emocional" es clave para una vida profesional exitosa. Algo que, a su juicio, siempre le ha acompañado. "En la vida hay dos condiciones para hacer las cosas bien y ser felices: ayudar a los demás y hacer felices a los demás", afirmó entonces. El relieve empresarial de Villar Mir alcanza a un grupo que ha generado decenas de miles de puestos de trabajo en España y en una treintena de países más, con insignias industriales tan relevantes como OHL, FerroAtlántica (hoy Ferroglobe), Fertiberia (ya vendida), Inmobiliaria Espacio o Villar Mir Energía.

Trayectoria fulgurante

Villar Mir inició su andadura como empresario ya con 55 años, cuando muchos otros encaran la recta final de sus vidas laborales. Pero en su trayectoria previa ya sobresalían hitos significativos tanto en el ámbito directivo, como en el de la política, la Administración y la Universidad. A los 36 años ya presidía, por cuenta ajena y a petición de los tres mayores bancos del momento (Banesto, Hispano y Central) Hidro-Nitro Española, a la que salvó de la suspensión de pagos, y a los 38 años asumió, a instancias en este caso de Bilbao, Vizcaya y Urquijo, la presidencia de Altos Hornos de Vizcaya, en aquel momento el mayor grupo industrial de España.

Una fulgurante carrera, sustentada en su brillantez académica e intelectual, que le llevó hasta la vicepresidencia del Gobierno para Asuntos Económicos y la cartera del Ministerio de Hacienda en el primer Gobierno de la Monarquía de Juan Carlos I. El Rey Emérito, con el que le une una estrecha amistad, le nombró Marqués de Villar Mir en 2011.

Carrera: Doctor Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, siendo (número uno de su promoción) y Licenciado en Derecho y Diplomado del Economic Development Institute de Washington D.C., entre otras, es dos veces catedrático por oposición de la Universidad Politécnica de Madrid y pertenece a cuatro Reales Academias, siendo Académico de Número de la de Ciencias Morales y Políticas y la de Ingenieria.
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