
Ya sea por sus empresas, proyectos o, simplemente, por su carácter curioso y polifacético, Elon Musk es una persona a la que se le observa en todo el mundo. El emprendedor y fundador de Tesla y SpaceX llama la atención por sus ideas sorprendentes y a priori inalcanzables, pero tras lo que muchos podrían calificar como extravagancia o incluso locura, existe un método claro y estratificado.
Y es que Musk, que se ha sumergido en proyectos tan ambiciosos como el de los viajes comerciales a la Luna y Marte, que ha llegado a implantar chips en el cerebro de un mono como parte de su plan para elaborar alta tecnología para personas con parálisis en Neuralink y ha ideado trenes de satélites para dar cobertura de Internet a nivel global, ha basado todas sus decisiones en un proceso previo.
Este proceso, lo que supone su particular método científico, fue detallado por el propio Musk hace tiempo en una reportaje con la revista Rolling Stone. Consta de seis fases claramente diferenciadas:
1. Hazte una pregunta
Debes partir de un objetivo, un kilómetro cero. ¿Puedo construir un coche eléctrico? ¿Puedo dar Internet a través de satélites que circulen por la atmósfera? Seguramente de un tipo parecido de pregunta inicial en la cabeza de Musk surgieron ideas como en las que ahora está enfrascado.
2. Reúne toda la evidencia que puedas
Esto es, en la práctica, estudiar y documentarse acerca de lo que se pretende hacer. Toda la información necesaria para conocer las aristas al completo de la realidad que queremos abordar, el problema que queremos resolver o la innovación que hemos ideado.
3. Desarrolla axiomas
Con la evidencia que se ha recogido, hay que elaborar una serie de axiomas acerca del tema que se aborda y asignar a cada uno de ellos la probabilidad de verdad que pueden tener.
4. Saca conclusiones
Con estos axiomas en la mano, hay que hacer que se miren al espejo. ¿Son ciertos? ¿Son correctos? ¿Son relevantes? ¿Todos en conjunto conducen a una realidad coherente?
5. Intenta refutarte
En este momento, y después de haber llegado a conclusiones tras las preguntas sobre los axiomas, hay que intentar refutar por todo los medios la teoría a la que se haya llegado. Valen los argumentos propios y también se pueden buscar los de terceros. Cualquier opinión contraria a nuestra tesis vale.
6. El análisis final
Si, una vez refutada la tesis, nadie ha sido capaz de refutarla por completo, significa que tu idea o proyecto puede ser bueno y realizable. Aunque, avisa Musk, esto no quiere decir que tengas razón. Solo que puede ser que tengas razón.