
Un informe de la Comunidad de Madrid señala que la actividad del taxi cayó un 72% durante el cuarto trimestre de 2020 y que la demanda de servicios a través de las apps del gremio (Free Now, Teletaxi y PideTaxi) retrocedió un 60% respecto a antes de la pandemia. Un desplome que se repite en otras comunidades autónomas, sobre todo aquellas con una fuerte vinculación al turismo y los eventos, y que también ha llegado a las VTC y las plataformas Uber y Cabify.
Aunque no hay datos oficiales al respecto, en el sector se habla de que una parte importante de las flotas están paradas, que los ingresos se han desplomado (Uber ha tenido que salir al rescate de una empresa de VTC) y que la demanda tardará en volver ante las persistentes restricciones a la movilidad, el teletrabajo y la falta de ferias, convenciones y ocio nocturno. En este contexto de práctica desaparición de la actividad, Cabify ha decidido hacerse un hueco en el transporte de paquetes y comida a domicilio en Madrid para diversificar sus fuentes de ingresos y garantizar su supervivencia aprovechando el fuerte auge del comercio electrónico durante la pandemia (las ventas subieron un 36% en 2020).
Apuesta por la diversificación aprovechando el alza del comercio electrónico
Así, al poco de decretarse el primer estado de alarma la plataforma española lanzó un servicio de envíos de paquetes en el maletero de los vehículos con licencia VTC para la última milla, que ahora ha ampliado con un servicio de envíos en moto dentro de M-30. El reparto de pequeñas mercancías en las VTC fue denunciado por el taxi y censurado por la Comunidad de Madrid, que requirió a Cabify que cesara la actividad.
El unicornio tecnológico no lo hizo y la Comisión Nacional de los Mercados de la Competencia (CNMC) ha sido la primera en darle la razón. "El requerimiento de cese de la actividad de transporte de pequeñas mercancías en el maletero de turismos de menos de dos toneladas de Masa Máxima Autorizada, empleados habitualmente para la actividad de VTC, podría ser innecesario y desproporcionado", señala el superregulador.
Así, explica que la normativa sectorial de transporte excluye a las mercancías pequeñas y que la interpretación de que las VTC deban emplearse exclusivamente para el transporte de viajeros es conforme con la Ley de Garantía de Unidad de Mercado (LGUM), al ser "innecesaria y desproporcionada". La decisión ha sido muy criticada por el taxi, que ha alertado del peligro de que los pasajeros que opten por las VTC compartan el viaje con "paquetes pequeños como patatas o libros". En este punto, cabe señalar que las mercancías van siempre en el maletero y que es el cliente el que debe depositarla y recogerla.
Diversificación
"Nuestro objetivo es ser útiles para cualquier empresa que en su ciclo de venta tenga la necesidad de hacer un envío directo al domicilio del consumidor final. Tenemos claro que nuestra propuesta tecnológica viene a reforzar ese tramo de entrega que va desde los almacenes o tiendas de clientes corporativos hasta la casa del comprador, conocido como última milla, así como en el reparto de productos y comida de bares y restaurantes que ofrecen servicio a domicilio propio", explica la plataforma a este diario. Así, tanto a través de los coches como las motos, Cabify se compromete a realizar entregas en el mismo día, en dos horas y al día siguiente.
En cuanto al servicio puerta a puerta en moto o triciclo eléctrico, la compañía señala que lo prestará a través de otras empresas a las que subcontratará los envíos. El radio de actuación es dentro de la M-30 y tendrá un coste mínimo de 3,5 euros. "Tras un periodo de avances significativos en desarrollo de producto, somos ya un partner estratégico para el sector logístico y en este proceso estamos uniendo fuerzas con empresas como Mensos, Wagongo o Voltio para desarrollar oportunidades presentes y futuras dentro de este segmento", informa Cabify a este medio.
"Tenemos una oportunidad para ser un actor relevante en el sector de las entregas de última milla, aprovechando la tecnología y el conocimiento de las ciudades"
"El Covid ha modificado muchos hábitos de consumo y de la misma manera que se ha crecido más rápido de lo esperado en la penetración del comercio electrónico, también se ha acelerado este proceso natural de diversificación en el sector de la movilidad, desde el punto de vista de la distribución. La tecnología aporta ya mucho valor a este segmento y la proyección a futuro es de crecimiento, porque cerrando este círculo aseguramos mayores niveles de eficiencia, sostenibilidad y calidad. Consideramos que tenemos una oportunidad para ser un actor relevante en el sector de las entregas de última milla, aprovechando la tecnología y el conocimiento de las ciudades que tenemos. Además, estamos evaluando diferentes modelos operativos, con distintos tipos de vehículos, garantizando así la inmediatez que buscan los clientes en el sector", señala Lucía Chávarri, vicepresidenta de Nuevo Negocio de Cabify.