
El Consejo de Ministros aprobó el martes el rescate de 53 millones de euros de Plus Ultra, una decisión que ha sorprendido al sector aéreo ya que la compañía no cumpliría las condiciones fijadas para acceder a los fondos de solvencia que gestiona la Sepi.
Y es que la aerolínea, que está participada al 47,2% por el Rodolfo José Reyes Rojas, un empresario venezolano cercano a Nicolás Maduro y Delci Rodríguez, presidente y vicepresidenta de Venezuela, no sólo no ha registrado beneficios desde su nacimiento, si no que está lejos de ser considerada una empresa estratégica para el país, tanto por su tamaño, como por las rutas que opera. Así, Plus Ultra realiza vuelos chárter y regulares a Venezuela, Ecuador, Perú o Italia, países a los que también viajan Iberia, Air Europa o Evelop por lo que la conectividad no se vería afectada.
En este sentido, Plus Ultra transportó 156.139 pasajeros en 2019, lo que supone el 0,9% de los 19,3 millones que movió Air Europa, que también ha sido rescatada por el Gobierno con 475 millones. Además, la compañía opera con cuatro aviones de la familia A340, frente a los 127 aviones que tiene Iberia en la flota o los 42 de Air Europa. En este punto, cabe destacar que los A340 (el último lo adquirió en 2019) son cuatrimotores por lo que consumen mucho más combustible que los A330 o A350 que utiliza Iberia y además Airbus ya no los fabrica por su baja eficiencia.
En cuanto a la rentabilidad de Plus Ultra, la compañía ha registrado números rojos desde que se fundó en 2011 (ver gráfico) aunque hay que matizar que no empezó a operar hasta mediados 2016, cuando consiguió la licencia AOC para poder volar. Fuentes del mercado señalan que es muy raro tardar cinco años en conseguir una licencia de vuelo, que no es inmediato ni fácil, pero que no se demora tanto. Así, desde que empezó a operar y hasta enero de 2019 (tiene un año fiscal distinto), Plus Ultra acumula unas pérdidas netas de 10 millones y unas de explotación de 12 millones. Los números rojos de 3,5 millones de antes de empezar a operar habrían sido cubiertos por los accionistas y fundadores, entre los que se encuentran Fernando González Enfedaque y Julio Miguel Martínez Sola, que estuvieron al frente de la quebrada Air Madrid.
En las cuentas de 2018-2019, Plus Ultra señalaba que esperaba alcanzar "una situación de equilibrio en el resultado neto" en el ejercicio fiscal 2019-2020 siempre y cuando se "mitigarán las oscilaciones en el precio del combustible". Lo cierto es que la compañía registró un fuerte crecimiento el año previo a la pandemia ya que pasó de transportar 99.885 pasajeros en 2018 a 156.139 en 2019. Si tenemos en cuenta que, según Aena realizó 823 operaciones en 2019, movió unos 190 pasajeros de media por trayecto, lo que implica una ocupación media de los aviones del 58% (tiene dos A340-600 de 476 plazas, otros dos A340-300, con menos capacidad), dato está muy lejos del 62-72% de ocupación que IATA señala como el punto de equilibrio para que un vuelo sea rentable. Además, el petróleo subió en 2019, impactando a las cuentas de grupos como IAG, lo que en el caso de Plus Ultra tiene un efecto mayor ya que necesita más combustible para mover el mismo número de pasajeros que otras aerolíneas que usen bimotores.
Fuentes empresariales señalan que se ha rescatado a Plus Ultra para evitar el despido de los 345 trabajadores que tenía en 2019 y porque, pese a la falta de rentabilidad, ha prevalecido el criterio de sector estratégico y que el plan de viabilidad presentado sea creíble y viable. Estas mismas fuentes explican que, aunque no ganara dinero antes de la pandemia, la compañía estaba en pleno plan de crecimiento y mejorando los resultados año a año, lo que indica que tenía un futuro cierto. También señalan que Plus Ultra tenía los billetes a precios políticos para captar más pasajeros y abrir mercados, primando el crecimiento sobre la rentabilidad.
Los 53 millones otorgados (34 millones vía préstamo participado a devolver a siete años y el resto como crédito ordinario) estarían muy limitados a cubrir las pérdidas de la pandemia y no las registradas en años anteriores.