Empresas y finanzas

Más allá del covid, el cáncer sigue en la empresa: 10 consejos para apoyar a los empleados enfermos en el escenario de pandemia

  • Los enfermos oncológicos multiplican sus frentes abiertos con la pandemia
  • Las empresas deben readaptar sus protocolos considerando el nuevo escenario
  • El 40% de los enfermos de cáncer en España está en edad de trabajar
Empleada enferma de cáncer, teletrabajando. Imagen: Dreamstime.

El estallido de la pandemia ha cambiado la vida de todas las personas en el mundo. Grupos vulnerables, como los enfermos de cáncer, con organismos inmunodeprimidos y más proclives a las infecciones, han visto multiplicadas las dificultades de su día a día.

El miedo al contagio de covid-19, los retrasos y cancelaciones de citas y tratamientos derivados de la saturación del sistema sanitario, la desaparición de las relaciones sociales y actividades lúdicas y los desafíos del teletrabajo son los nuevos problemas a los que se han enfrentado las personas enfermas de cáncer en el ámbito de su vida profesonal en los últimos meses.

Tomando en consideración el escenario de covid, más complejo para este colectivo, el informe de Cáncer y Empresa que elabora la aseguradora Cigna en colaboración con la prestigiosa clínica MD Anderson ha elaborado un decálogo con protocolos precisos. El objetivo es concretar estrategias de actuación que ayuden a los departamentos de RRHH y los gestores de equipos a encarar esta situación.

No se trata de un grupo minoritario. Los últimos datos aportados por la Asociación Española contra el Cáncer revelan que el 40% de enfermos oncológicos en España tiene entre 15 y 65 años. Es decir, se encuentran en edad de trabajar. La realidad del cáncer no puede ser esquivada desde el ámbito empresarial, que tendrá que gestionar una nueva cotidianidad con trabajadores en lucha contra la enfermedad.

El decálogo recoge las siguientes recomendaciones:

1. Contacto diario con el empleado enfermo para saber cómo está y qué necesita

El teletrabajo dificulta realizar un seguimiento presencial, por lo que resulta muy adecuado que el contacto sea más proactivo y, preferiblemente, a través de videollamada para atender a aspectos de la comunicación no verbal. Hay que atender especialmente a aquellas personas menos abiertas y comunicativas, a las que les cuesta más pedir ayuda.

2. Analizar los riesgos relacionados con su salud y ofrecer los recursos necesarios

Después de conocer aquello que preocupa al trabajador, la propuesta gira en torno a actuaciones que le faciliten el día a día en el ámbito profesional -supervisión periódica de su carga laboral para evitar la sobrecarga, flexibilizar su jornada, dotarles de material adecuado para trabajar desde casa- y en el personal -ofrecerles asesoramiento médico personalizado e insistirles en realizar sus revisiones periódicas pese a la presión asistencial de la pandemia-.

3. Iniciativas de salud emocional para gestionar la incertidumbre

El estrés o la ansiedad son problemas de salud muy perjudiciales a la hora de afrontar la enfermedad del cáncer. Trabajar en la salud emocional del empleado mantendrá a raya estos aspectos. Aplicar los dos puntos anteriormente citados ya ejercerán una influencia positiva en este apartado, que puede completarse ofreciendo atención psicológica especializada al enfermo. Cursos online para todos los empleados destinados a mejorar la gestión de la ansiedad, talleres de autorregulación emocional o el entrenamiento en habilidades de comunicación redundarán en el bienestar de la plantilla completa y ayudarán especialmente a los que afrontan la enfermedad.

4. Atender la conciliación laboral y la flexibilidad de horario

Ofrecer flexibilidad al trabajador con dolencias oncológicas favorecerá su estado de salud y la gestión de sus emociones. La asistencia a citas médicas y tratamiento nunca podrá abordarse como un problema desde la empresa. El desafío del teletrabajo será evidente en el caso de que el empleado no se encuentre bien pero sienta la obligación de realizar sus tareas ya que se encuentra en su hogar, una presión que no sería óptima ni beneficiaría su estado de salud.

5. Mantener abiertos los canales de comunicación entre compañeros 

El teletrabajo ha aniquilado la relación con los compañeros, el apoyo muto o las actividades que fomentan la sensación de pertenencia a la empresa, muy valiosas a nivel emocional. En este escenario, los sentimientos de soledad, aislamiento, falta de información o mayor dificultad de trabajar en equipo brotan como problemas novedosos. Por eso, es necesario activar el compañerismo y la comunicación, a través de dinámicas y actividades online o reuniones grupales, y actualizar los canales de información interna de la empresa para mantener al día a todos los equipos de personal.

6. Ofrecer un servicio de telemedicina desde la empresa

La medicina a distancia continúa siendo una herramienta esencial en la gestión de la pandemia, idónea para resolver dudas de pacientes o cuestiones no urgentes. La opción de contactar con un médico a través de una videollamada o chat favorecerá la situación de incertidumbre de estos pacientes.

7. Implantar planes de salud adaptados

Se denominan 'programas de gestión de casos', y se dirigen a empleados con patologías específicas. Su objetivo es apoyar el acceso a los tratamientos más adecuados y coordinar las distintas fases del proceso, desde la elección de los especialistas, la administración de la medicación o la recuperación posterior.

8. No abandonar la realización profesional

Las metas profesionales y el potencial del trabajador no deben verse anulados por la circunstancia de padecer una patología oncológica. La empresa debe apoyarle, si se encuentra en el momento de salud adecuado, a emprender nuevos proyectos o iniciativas en el seno de la compañía y animarle a seguir desarrollando sus habilidades con formaciones específicas, por ejemplo.

9. Acciones de concienciación: el cáncer sigue pese al covid-19

Con todos los focos colocados al servicio del SARS-CoV-2, causante de más de 88.000 muertes en España -si atendemos a cifras de exceso de mortalidad desde el inicio de la pandemia-, el olvido de otras enfermedades perjudica a los que las sufren. Continúa siendo importante la activación de estrategias de concienciación, que informen sobre modos de prevenir la enfermedad y mantener hábitos de vida saludables, en la empresa y fuera de ella. La compañía puede poner en marcha iniciativas como sesiones online interactivas, charlas motivacionales o webinars con expertos médicos.

10. Revisar los protocolos de actuación para adaptarlos al actual escenario 

Los protocolos ya existentes en el seno de la compañía para gestionar el acompañamiento de sus empleados con enfermedad oncológica deberán ser revisados con el objetivo de adaptarlo al nuevo escenario que ha supuesto la pandemia, con los aspectos subrayados: el desafío del teletrabajo, las nuevas necesidades de apoyo emocional, la gestión de la soledad o la pérdida de sentido de pertenencia.

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