
La familia García Cereceda ha encargado una valoración interna a sus abogados -el bufete Riera y Asociados- para decidir si reabren el restaurante Zalacaín en la prestigiosa urbanización de La Finca, en Pozuelo de Alarcón (Madrid) o venden, por el contrario, la enseña.
El establecimiento, que cerró el pasado mes de noviembre a raíz de la crisis provocada por el Covid, tiene detrás una historia de 50 años como referente gastronómico y templo culinario de los tiempos de la Transición, habiendo sido el primero de España en lograr tres estrellas Michelín.
Zalacaín estaba integrado ya dentro del Grupo Empresarial La Finca, que es la promotora de la prestigiosa urbanización al noroeste de la capital, donde viven empresarios, celebridades y futbolistas de máximo nivel y donde existe ya un espacio de eventos que utiliza la misma enseña. Los García Cereceda proyectan ahora la apertura de un centro comercial de lujo bautizado como La Finca Gran Café, frente al club de golf, con una oferta comercial y de restauración que contará con unos 10.000 metros cuadrados.
Todas las opciones están abiertas sobre la mesa y no se descarta tampoco la posibilidad de traspasar la marca
Sus promotores explican que este espacio, diseñado por el equipo de arquitectura de La Finca A+D, "será un referente de la actividad premium en España", con lo que Zalacaín podría encajar a la perfección dentro de este nuevo activo que está siendo diseñado para atraer a un público sibarita y de alto poder adquisitivo. Se espera que el centro pueda abrir sus puertas a finales de 2022
En cualquier caso, en este momento todas las opciones están abiertas sobre la mesa y no se descarta tampoco la posibilidad de traspasar la marca, por la que ya ha mostrado interés el empresario Blas Herrero, propietario de Kiss FM.
El cierre definitivo del establecimiento fue una decisión "muy pensada por parte de la propiedad, tras contemplar mil escenarios posibles", según admitía el pasado mes de noviembre la entonces jefa de Operaciones, Carmen González. Tras el cierre causado por la pandemia, se descartó volver a la actividad en septiembre y, aunque se planeó abrir en Navidad, finalmente se optó por mantenerlo cerrado por tiempo indefinido ya que era "insostenible económicamente".
Enfrentamiento familiar
Las fuentes consultadas por este periódico explican que el encargo de una valoración y la decisión de vender o no la marca podría depender en último término del enfrentamiento familiar entre los herederos de Luis García-Cereceda, el magnate inmobiliario fallecido en 2010. En juego, está así el control de un patrimonio que se ha valorado en más de 1.000 millones de euros.
Según las últimas cuentas disponibles de Grupo La Finca Promociones y Conciertos Inmobiliarios, presidida por Susana García-Cereceda, la sociedad cerró el 2019 con unos ingresos netos de 12,58 millones de euros, lo que supone un incremento del 147% respecto a 2018.
Esta sociedad tiene el 50,01% de las acciones de La Finca Global Asset, que se constituyó como Socimi en septiembre de 2017. El otro gran accionista es el fondo internacional Värde, que a través de Mansfield Invest Socimi, cuenta con el 37,78% del capital, mientras que Yolanda García-Cereceda tiene una participación directa del 10,99% y Eduardo García-Cereceda una participación indirecta del 6,89%.