
Alcoa baraja un período de nueve meses para encontrar una salida a su planta de aluminio primario en San Ciprián (Lugo), según han revelado los sindicatos, que ayer mantuvieron una reunión con la compañía para analizar la evolución del conflicto y el levantamiento de la huelga que mantienen desde hace tres meses y medio. La empresa quiere cerrar la instalación, pero se ha abierto a traspasarla a la Sepi y ambas partes han acordado crear un órgano de supervisión de las negociaciones con presencia del holding estatal.
No hubo acuerdo ayer entre empresa y sindicatos para acabar con la huelga y facilitar las negociaciones con el Gobierno, tal y como reclama la empresa. Los trabajadores, según explicó el presidente del Comité, José Antonio Zan, ofrecieron "paz social temporal" durante siete semanas, pero la multinacional no lo aceptó, al considerar que la otra parte ha presentado "exigencias adicionales".
Zan también señaló, como informan varias agencias, que Alcoa habló de un período de nueve meses como plazo para encontrar una salida al conflicto. Y que ambas partes acordaron crear un órgano "en el que esté la Sepi" para hacer un seguimiento de las negociaciones.
Fuentes de Alcoa explican a elEconomista que esos nueve meses es el plazo estimado para culminar un proceso de venta de una instalación tan compleja como la de San Ciprián, y recuerdan que la venta de las plantas de La Coruña y Galicia, adquiridas por Alu Ibérica, tardó ocho meses en completarse.
La multinacional norteamericana anunció el pasado lunes que estaba dispuesta a estudiar la venta de sus instalaciones a la Sepi, ahogada por el bloqueo de los huelguistas, que desde hace tres meses y medio impiden la salida de la producción de la planta de aluminio primario.
La presión de los trabajadores está provocando que sus clientes se abastezcan de producto foráneo, lo que podría derivar en el cierre definitivo de toda la instalación; Alcoa quiere mantener la producción de alúmina -la base del aluminio-, con la que sí obtiene rentabilidad.
Alcoa se mantiene: debe acabar la huelga
Ayer la compañía no se movió de su posición y reclamó que se desconvoque la huelga. No obstante, lamentó no haber alcanzado un acuerdo con sus empleados, achacándolo a "las exigencias adicionales planteadas por la representación de los trabajadores, que Alcoa no ha podido aceptar".
El Ministerio de Industria ya ofreció en septiembre la posibilidad de realizar la compra a través del holding público, como paso previo a su traspaso definitivo al fondo Liberty, pero Alcoa rechazó tal posibilidad. En aquel momento, Liberty estaba dispuesta a comprar sólo la planta de aluminio si se garantizaba el abastecimiento de alúmina durante 20 años con condiciones ventajosas.
El rechazo al traspaso a la Sepi fue clave para que el Tribunal Superior de Justicia de Galicia anulara el ERE para los 524 trabajadores a mediados de diciembre, obligando a la empresa a readmitirlos. El Tribunal entendió que había "mala fe" por parte de la multinacional, puesto que estaba claro que, tras la oferta de la Sepi, había otra alternativa al cierre.
Pérdidas de más de 8 millones
En ese momento, la multinacional emitió un comunicado en el que defiende que "ha actuado de buena fe y con pleno cumplimiento de la legislación". Valoró en 10 millones de dólares -8,1 millones de euros al tipo de cambio actual- el perjuicio que le había generado la huelga de los empleados, pero igualmente anunció que recuperaba los 30 o 40 millones de dólares -de 28 a 32 millones de euros- que había asignado a las indemnizaciones por despidos, e insistió en la necesidad de reestructurar las instalaciones de San Ciprián, porque adolece de "problemas estructurales importantes y permanentes".
Puerta abierta del Gobierno
Tras conocer el fallo de los jueces, la titular de Industria, Reyes Maroto, anunció que el Ejecutivo "está abierto a alcanzar una solución negociada que mantenga las capacidades industriales de la comarca de A Mariña". El pasado octubre la ministra fue más dura y proclamó que llegaría "a donde tenga que llegar".
La Xunta y los sindicatos también consideraron que era el momento de recuperar las negociaciones para vender la planta, pero la reunión de ayer retrasa la posibilidad, de hecho, los trabajadores han desconvocado sine die la Asamblea prevista para hoy para tomar una decisión sobre la continuidad de la huelga.
Y, naturalmente, habrá que conocer si sigue en pie la oferta de Liberty.