Empresas y finanzas

Pfizer ganará en 2021 un 3% menos a pesar de comercializar la vacuna

  • Los diversos portfolios y áreas terapéuticas sostienen la base del negocio de la compañía
  • El precio de venta de la mayoría de antígenos está muy ajustado a los costes de producción

La llegada de la vacuna no supondrá un aumento de beneficios para las grandes compañías farmacéuticas inmersas en su desarrollo. Pfizer, AstraZeneca o Janssen (filial farmacéutica de Johnson & Johnson) no verán aumento de sus beneficios en 2021 a pesar de que serán los principales artífices de una campaña de vacunación mundial. Las explicaciones son diversas, pero hay dos que sobresalen: son compañías asentadas en el mercado, con un inmenso portfolio diversificado en distintas áreas, y además están cumpliendo el compromiso de ajustar el precio de venta a sus costes de producción. Solo Moderna (también Curevac), obtendrá beneficios notables porque, entre otras cosas, es una biotecnológica con pocos productos en el mercado.

De hecho, tal y como se ha visto en muchos resultados de las grandes compañías a lo largo de este año, la pandemia es un grave problema para su negocio. El colapso hospitalario ha restado capacidad de diagnóstico en muchas áreas terapéutica, como el cáncer, lo que implica menores ventas de sus productos estrellas.

Los analistas están siendo claros en este sentido al recortar de forma notable las estimaciones de beneficio neto que tienen de cara, sobre todo, al próximo año, en el que será el ejercicio de las vacunas.

Según los datos que recoge el consenso de analistas de FactSet, de cara a 2021 el beneficio neto esperado para Pfizer es de 15.810 millones de dólares, un 3% menos de lo que se espera para 2020 tras recortarse en un 9% su previsión desde el comienzo de enero. En el caso de AstraZeneca y Johnson & Johnson los recortes han sido del 1% y el 7%, respectivamente. Por contra, en Moderna los expertos preveían unas pérdidas cercanas a los 600 millones y ahora ya estiman beneficios de casi 3.700 millones de dólares. Para 2022 la tendencia es la misma salvo para AstraZeneca, donde sí han incrementado sus previsiones.

La vacuna de Pfizer y BioNTech, basada en una nueva tecnología llamada ARN mensajero, se venderá entre 15 y 20 euros. Por su parte, la de AstraZeneca, en colaboración con la Universidad de Oxford, tendrá un coste algo inferior a los tres euros. Por último, la de Janssen oscilará en torno a los 10 euros.

Estos valores son por dosis, por lo que hay que tener en cuenta que el precio de la inmunización será el doble en la mayoría de los casos. El precio de Moderna para Europa no se ha conocido, pero en Estados Unidos se ha barajado la cifra de en torno a los 30 euros. Son precios contenidos en relación a los procesos de investigación, desarrollo y fabricación. También es cierto que estos proyectos han contado con la ayuda de los estamentos públicos.

Además del precio del antígeno, hay que tener en cuenta que la mayoría de compañías que trabajan en el desarrollo de la vacuna son grandes multinacionales con un abanico de productos variados en distintas áreas terapéuticas. En Pfizer, por ejemplo, los tres medicamentos con mayores ventas en 2019 fueron una vacuna, un antitumoral y un anticoagulante. Prevnar Family, antígeno contra el neumococo, obtuvo unas ventas mundiales de 5.800 millones de dólares, Ibrance tuvo 4.900 millones y Eliquis registró 4.200 millones. Además, Pfizer es el responsable de uno de los medicamentos más usados para dejar de fumar, Champix, que en 2019 ya tenía ventas superiores a los 1.000 millones de dólares.

Otras farmacéuticas

El caso de Johnson & Johnson es muy similar. La mayoría de ingresos de este gigante viene de la mano de los medicamentos con receta. Entre sus diversas filiales cuenta con Janssen, encargada del desarrollo de la vacuna para el Covid. El abanico de áreas terapéuticas que cubre es muy variado: hepatitis C, VIH/Sida, artritis, enfermedades digestivas, cáncer... También este pasado verano consiguieron la aprobación de la vacuna contra el ébola.

Dos de los medicamentos históricos más vendidos son Stelara (más de 5.000 millones en 2018), Remicade (a pesar de la competencia de los biosimilares rondó los 4.900 millones de dólares en aquel año) y Zytiga (un medicamento para el cáncer de vejiga con ventas de 3.500 millones de dólares).

El caso de AstraZeneca es muy similar a los descritos anteriormente. Se trata de otra gran multinacional con un abanico de productos muy extensos. Tagrisso, para el cáncer de pulmón, generó 3.190 millones de dólares en ventas mundiales en 2019. La farmacéutica británica también tiene a Imfinzi y Lynparza, que obtuvieron ventas por valor de 1.470 millones y 1.200 millones, respectivamente.

En el tercer trimestre de 2020, la facturación de sus fármacos oncológicos se elevó un 21%, hasta los 2.390 millones de euros, mientras que los medicamentos para enfermedades cardiovasculares, renales y metabólicas registraron un 3%.

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