
El plan de Jaume Roures de convertirse en uno de los principales actores del fútbol europeo se ha dado de bruces contra el muro de los intereses empresariales locales, el mercado y el coronavirus tanto en Francia como en Italia. Tras arrebatarle a Canal + los derechos de la liga francesa para los próximos tres años (2020/21-2022/23), Mediapro llegó el viernes pasado a un acuerdo con la Ligue de Football Professionnel (LFP) para romper el acuerdo de explotación de la competición y ya se prepara para cerrar el canal Telefoot, que lanzó en agosto para retransmitir los partidos de Primera y Segunda División.
La productora fundada por Jaume Roures dejó al grupo francés sin los derechos del deporte rey por primera vez en 30 años tras ofrecer 800 millones al año por la Ligue 1 y 2, un precio que fue cuestionado por ser muy alto, y que no ha llegado a pagar. Aunque sí ejecutó el primer abono de 172 millones de agosto, cuando arrancó la competición, ha dejado sin satisfacer dos cuotas: una de 172 millones del pasado 5 de octubre, y otra de 153 millones del 5 de diciembre. Mediapro quería negociar a la baja el contrato por el coronavirus y los clubes se han negado ante su complicada situación económica.
Pagará 100 millones a la liga francesa como parte del acuerdo para romper el acuerdo y salir del país
Tras varias semanas de tiras y aflojas, Roures ha llegado a un acuerdo para abandonar el fútbol francés que implica el pago de 100 millones a la LFP gala por los partidos ya emitidos y cómo cláusula de salida. La productora abonará 65 millones cuando el acuerdo sea ratificado por la justicia y el resto en el primer semestre de 2021. Asimismo, Mediapro seguirá emitiendo la Ligue hasta que otro operador adquiera los derechos. En Francia se mira a Canal +, que se negó a llegar a un acuerdo con la catalana para recomprarle derechos. Así, además del Covid, Mediapro ha tenido más problemas de los previstos para conseguir abonados al no estar en la plataforma de Canal + y lanzó Telefoot para emitir los partidos y llegar a acuerdos con empresas como Netflix.
La abrupta salida de Francia se solapa con la escalada de tensión en Italia, donde la productora catalana tiene una guerra judicial abierta con la Lega Nazionale Professionisti Serie A desde diciembre de 2018. Ese año, Mediapro se enfrentó a Sky Italia y se hizo con los derechos del Calcio durante tres temporadas (2018-2021) por unos 1.000 millones, pero poco después la Lega suspendió la adjudicación alegando que la productora no había presentado las garantías exigidas.
La competición ha demandado así a Mediapro por "vulnerar los principios de buena gestión societaria", pide que se resuelva el contrato y ser indemnizada por los daños soportados. Según informa la productora, ésta no iba a ser inferior a 198 millones y, tal y como señala la prensa local, el Calcio reclama 460 millones. Por su parte, la productora ha contestado a la demanda exigiendo que la Lega le devuelva los 52 millones que anticipó por los derechos y que le indemnice por daños con 210 millones. Aunque siguen las conversaciones, la primera vista del juicio se celebró el uno de diciembre.
La entrada Mediapro en Italia se frustró, en parte, por las presiones de Sky ya que Roures condicionó las garantías de pago a que la tele de pago frenara la batalla judicial que abrió por los derechos tras perderlos. En este punto, cabe recordar que el Tribunal de Milán suspendió la asignación de los derechos tras admitir el recurso de Sky, que ahora emite la Serie A.
En España, Roures también protagonizó una gran guerra del fútbol al arrebatarle los derechos de la Liga a Prisa, que ahora tiene Movistar. Mediapro tiene la venta de la LFP a los bares y ha cedido la Champions también a Telefónica. Mediapro tiene otro proceso judicial abierto con Project 11. La productora reclama el pago de 5,2 millones y una indemnización de 1,8 millones por el incumplimiento de los contratos de publicidad digital (impago) y la firma británica le pide 8,8 millones. En esta línea, Proyect 11 ha demandado también a la firma por competencia desleal y le exige 3,9 millones.