
El programa de Jesús Cintora, Las Cosas Claras, está elevando la tensión entre la dirección de RTVE y la plantilla hasta cotas pocas veces vistas y amenaza con costarle a la cadena pública una sanción por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). El superregulador ha abierto un expediente informativo al espacio tras recibir una denuncia por parte de los sindicatos SI, USO y UGT en la que acusan a la Corporación pública de vulnerar el artículo 40 de la Ley 7/2010 que prohíbe a las televisiones públicas ceder a terceros la producción y edición de programas informativos, entre otras cosas.
Así, tal y como reconoce la CNMC, el organismo tiene competencias para "vigilar el cumplimiento de la misión de servicio público encomendada a los prestadores de servicio público de comunicación audiovisual a nivel estatal" por lo que ya se preparar para abrir una investigación que puede derivar en la incoación de un expediente sancionador o de un requerimiento a RTVE para que suspenda el contrato del programa con la productora si se detecta que hay una conducta infractora.
La CNMC también puede requerir a la empresa que anule el contrato con la productora
En este punto, fuentes del Competencia explican a este diario que ya se estaría preparando para solicitar información a la cadena pública y a los sindicatos sobre el programa, que consideran informativos y el contrato con LACOproductora, y que se resuelva el caso en "poco tiempo" ya que las denuncias relacionadas con el sector audiovisual se resuelven más rápido.
Además de la denuncia ante Competencia, los sindicatos tenían previsto presentar la semana pasada otra ante el Tribunal de Cuentas por si "por si dicha contratación innecesaria, e ilegal, pudiera determinar responsabilidades personales derivadas de la misma". Es decir, por un presunto mal uso de los fondos públicos que recibe. También han ido a la Audiencia Nacional.
Además de las denuncias presentadas contra la decisión de contratar una empresa externa para producir un espacio que consideran informativo y cuyas mediocres audiencias amenazan con no respaldar su continuidad (está por debajo de la media La 1), la permanencia de Rosa María Mateo al frente de la Corporación ha vuelto a ser más que cuestionada por los trabajadores, que han levantado por enésima vez contra su gestión.
Crece la tensión
El detonante ha sido la comparecencia de la administrado única temporal en el Senado. Mateo justificó la contratación de productoras externas y de profesionales "con determinados perfiles" porque "la edad media de los trabajadores de RTVE roza los 55 años" y no tienen las capacidad tecnológicas para sacar adelante los espacios. "Es imposible incorporar a la redacción a profesionales con actitudes acordes con los desafíos que afronta el periodismo en el siglo XXI y que, además, conozcan las herramientas necesarias", aseguró ante la Comisión Mixta.
Estas declaraciones han puesto en pie de guerra a los trabajadores, que en Twitter han criticado a la administradora única, y a todos los sindicatos, incluido CCOO, que ha evitado criticar directamente el programa. "Señora Mateo, gran parte del problema es su gestión, la suya y la de su equipo", señalan desde CCOO.
En esta línea, SI exige que "se retracte por el desprecio que ha mostrado hacia los profesionales de RTVE" y le recuerda que "ha conseguido los peores datos de audiencia en la historia de RTVE; la radio televisión pública sin público". Mientras el concurso para elegir Consejo de Administración y presidente tiene cada vez más papeletas de acabar ente la Justicia.