
Duro Felguera ha confirmado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que el empresario Blas Herrero, presidente del Grupo Kiss, se ha ofrecido a Alantra, su asesor financiero en el proceso de reestructuración, para participar en el proceso de captación de inversores privados de la compañía.
Herrero ha autorizado a Alantra a contactar directamente con él para poder invertir en la ingeniería asturiana después de que durante las últimas semanas haya intercambiado diversos escritos con la compañía y ésta trasdara su disposición a que se incorporase al proceso.
"La sociedad ha mostrado, en todo momento, su disposición a que el señor Herrero Fernández se incorporase, si así fuera su intención, al proceso de captación de inversores privados en la misma", subraya Duro Felguera al supervisor.
La compañía, que solicitó formalmente el 29 de agosto la ayuda del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas, ha aclarado que a excepción de esa solicitud, su consejo de administración no ha adoptado ninguna otra decisión relativa a operaciones corporativas o de financiación que afecten a la sociedad.
Para conseguir su viabilidad, Duro Felguera ha manifestado su intención de acogerse al fondo de rescate gestionado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), al que habría solicitado financiación por unos 100 millones de euros.
Por su parte, Blas Herrero ha propuesto como alternativa una serie de condiciones como el pago de la deuda de 95 millones que no es vista con buenos ojos por la compañía y los sindicatos.
De hecho, el director ejecutivo de Duro Felguera, José María Orihuela, ha defendido que la compañía no puede aceptar "interferencias" en lo que se refiere a la solicitud del fondo de solvencia, porque ya se ha hecho de la mejor manera posible que permite la legalidad.
Espera la ayuda "cuanto antes"
Orihuela también ha asegurado este viernes que espera recibir "cuanto antes" la respuesta a la solicitud al SEPI. Es un paso que ha considerado fundamental en el proceso para generar estabilidad en el que se encuentra la empresa y superar así la fase de incertidumbre en la que la compañía, ha dicho, está perdiendo contratos.
"Nos vamos a reinventar por enésima vez", ha dicho el directivo en una entrevista por Internet emitida por el diario regional La Nueva España. Ha asegurado que la compañía ya tocó fondo en su día y se ha mostrado seguro de sacar adelante la situación.
Orihuela no contempla que su solicitud de ayuda, en forma de 30 millones como capital y 70 como préstamo participativo, sea rechazada. "No contemplamos que se llegue a esa situación, porque cumplimos todos los requisitos", ha asegurado.
Mientras tanto, no obstante, ha dicho que la compañía tiene recursos suficientes y sigue consiguiendo contratos, operaciones que generan liquidez, si bien no son de gran magnitud.
El proceso para reflotar la compañía pasa por conseguir esos recursos, negociar con los bancos para la refinancaciación y la búsqueda de nuevos inversores. Como horizonte, se marca el año 2023, un año en el que se planea una ampliación de capital que sea exitosa y en la que "no ocurra como en la de 2018, cuando inversores perdieron mucho dinero".