
Las farmacias no podrán administrar vacunas. Así lo han avalado los técnicos del Ministerio de Sanidad, según han confirmado a este medio distintas fuentes. Esta es una tónica normal en España, donde las farmacias llevan años pidiendo que se las tome en cuenta, pero no lo consiguen. Los motivos son profesionales, la competencia recae sobre los enfermeros y éstos no están dispuestos a perder esa exclusividad, para la que habría que acometer una reforma legislativa, por otro lado.
Pero este año la situación es dramática. Los centros de salud están colapsados en muchas provincias y la posibilidad de contar con unas 22.000 farmacias que hay en España como puntos extra de vacunación hubiese sido un alivio. De hecho, ni siquiera se pedía desde el colectivo farmacéutico ser ellos quienes las administrasen, sino solo ser un centro sanitario más donde ponerla un enfermero que se desplazase allí. Pero la respuesta ha sido no.
Este año se pretende doblar las tasas de vacunación que hay en España. Los grupos de riesgo tenían ratios sobre el 50% y los profesionales sanitarios no llegaban al 35%. Ahora, en consonancia con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, se pretende llegar al 75% para ambos grupos. De hecho, frente a los aproximadamente 8 millones de dosis que se compran normalmente, se han adquirido entre comunidades y Ministerio 13,2 millones. Y todo ello con una atención primaria cuyos propios médicos llevan semanas diciendo que están exhaustos y desbordados.
Esta compra masiva, necesaria, unida a la gran demanda internacional también deja otro problema para los centros de salud del sistema público. Las farmacias apenas tendrán dosis. Los funcionarios que pertenecen a Muface y están asegurados en centros privados solían ir a por la vacuna a las farmacias, con receta médica privada, para posteriormente ponérsela en su centro privado. Este año, no va a haber apenas vacunas en las farmacias porque se han comprado todas para el sistema público, por lo que estas personas tendrán que ir también a centros de salud. Se trata de un número que, según otros años, se mueve entre 50.000 y 100.000 personas.
A esta casuística se le suman otras que denuncian el Consejo General de Farmacéuticos. "La mentamos que en las circunstancias actuales las autoridades sanitarias no hayan asegurado su disponibilidad en la red de farmacias. En la situación actual puede haber ciudadanos que pueden preferir no desplazarse al centro de salud y resulta contradictorio hablar de facilitar el acceso a las vacunas y que no haya disponibilidad en las farmacias", explican.
Pero si había problemas, hay que añadir otro. Los enfermeros han convocado una huelga para la semana que viene, en plena campaña de vacunación de la gripe, para que se desatasque la implementación de proyectos legislativos ya aprobados. Uno de ellos es el de la prescripción enfermera, es decir, darle cobertura legal a un enfermero para que pueda recetar medicamentos. Además, otra de sus demandas es igualar las ratios de enfermeros por habitantes a otros países europeos, una demanda que significa que no son suficientes para todo el trabajo que tienen.
La gripe, por otro lado, es lo acuciante, pero no lo único. España se va a enfrentar en unos meses a la mayor campaña de vacunación que se ha vivido jamás: la del Covid. Serán millones de españoles los que querrán tener cuanto antes la inmunidad y disponer de mayores puntos de atención sería un alivio. No disponer de todos los recursos que tiene el sistema nacional de salud podría ralentizar el proceso.