
La pandemia por el coronavirus y el confinamiento decretado por el Gobierno el 14 de marzo está provocando un vuelco sin precedentes en el sector de la distribución desde el año 2002. Por primera vez, y salvo un pequeño estancamiento entre 2015 y 2017, las marcas blancas de gran consumo, incluyendo alimentación envasada, droguería y perfumería, están cediendo terreno frente a las de los fabricantes.
De acuerdo con los datos de las consultoras Nielsen e Iri, si hace veinte años la penetración de las enseñas de las cadenas de distribución no llegaba ni siquiera al 20%, desde entonces su crecimiento ha sido imparable, alcanzando el año pasado su techo en el 37,7%.
Ignacio Larracoechea, presidente de la asociación Promarca, que integra a los grandes fabricantes, explica que "si bien en enero y febrero hubo todavía un crecimiento de la marca blanca, a partir de marzo, con el confinamiento se produjo un punto de inflexión". La realidad ahora, según dice, es que "en el acumulado de lo que llevamos de año, mientras que las enseñas de los fabricantes crecen a un ritmo del 10%, las de la distribución se quedan en el 8%".
Pérdida de cuota
Con ello, la cuota de las marcas blancas ha caído al cierre del primer semestre al 36,9% y, en cambio, las de los fabricantes ha aumentado hasta alcanzar el 63,1% del total del mercado. Larracoechea explica que hay varias razones que explicarían este cambio de tendencia. "Hay que tener en cuenta, antes de nada, una cuestión física. Y es que al no poder moverse para ir a la compra, los consumidores han optado por las tiendas que tenían más cerca de casa y han optado por las cadenas de supermercados regionales, donde la penetración de la marca blanca es menor", explica el presidente de Promarca.
Pero más allá de eso, hay otras dos razones fundamentales. "La primera no cabe duda es la de la confianza. Cuando el consumidor ha optado por otras tiendas que conocía menos, ha apostado por los productos que le generan más confianza y que ya conoce, sin que esto signifique ni mucho menos que las marcas blancas sean malas. Y la segunda es que debido a que no se ha podido salir de casa, ha aumentado el ahorro y, en mi opinión, el consumidor se ha querido mimar un poco más y apostar por productos de marca", dice Larracoechea.
La cuestión ahora está en saber qué es lo que va a pasar a partir de ahora y, teniendo en cuenta las incertidumbres que genera la pandemia, es muy difícil hacer pronósticos. "Es posible que las marcas blancas vuelvan a crecer o que sean ahora los fabricantes los que sigan ganando terreno", dice Larracoechea.
Dominan Mercadona y Lidl
Aunque habitualmente se habla de marcas blancas para integrar a todas las enseñas de la distribución, en Promarca recuerdan que los grandes protagonistas del crecimiento de este tipo de enseñas son, sin duda, Mercadona y Lidl. Se trata de dos cadenas que han ido ganando cuota de mercado de forma imparable en España en los últimos años y que mantienen una apuesta muy firme por sus propias enseñas frente a las de los fabricantes. Promarca asegura que eso ha frenado también en los últimos años la innovación.