Empresas y finanzas

¿Dónde se esconden los 'unicornios' españoles?

  • En EEUU, hay 600 unicornios y las 'startups' recibieron 115.300 millones de inversión...
  • ... Frente a los 721 millones que recibió España
  • El ecosistema de 'startups' nacional se ha transformado radicalmente en cinco años
Foto: Archivo.

El portal de vivienda Idealista pasaba esta semana a formar parte de la exclusiva lista de unicornios españoles. Una calificación que reciben en la industria del capital riesgo las empresas de base tecnológica con una valoración superior a los 1.000 millones. El nombre de un animal mitológico para expresar la realidad del mercado de startups español, donde el número de empresas tecnológicas de valoración mil millonaria se cuenta con los dedos de una mano. Cabify, Glovo, LetGo y Edreams son las otras compañías que formaron parte de esta lista anteriormente. Una realidad que choca profundamente con la del mercado estadounidense, cuna de innovación y de reconocidas startups, que cuenta con más de 600 unicornios. En Europa esta cifra se reduce a 54 si se incluye la reciente inversión de la gestora sueca EQT en Idealista. Pero, ¿por qué hay tanta diferencia entre ambos mercados?

El primer punto clave es el relativo a la inversión. Desde que Aileen Lee, fundadora del fondo Cowboy Ventures, acuñó este término en el año 2013, la financiación a startups ha crecido de forma muy desigual en ambos continentes. Según la publicación especializada Pitchbook, en 2019 las startups estadounidenses recibieron 136.500 millones de dólares (115.300 millones de euros, al cambio actual) de inversión, frente a los 25.300 millones de dólares de Europa (21.370 millones en euros) y los 721 millones que recibió España –según los datos de la patronal del sector, Ascri–. Más de 114.500 millones de diferencia que han servido para alimentar a las startups estadounidenses para que crezcan fuertes y se conviertan en unicornios. Y es que, el gran problema viene del acceso a la financiación.

Mientras que Estados Unidos lleva años apostando por todo tipo de inversiones alternativas, en el Viejo Continente esto es algo todavía muy reciente. En España, durante años, la inversión alternativa por excelencia ha sido el mercado inmobiliario, al calor del que se han creado grandes empresas y fortunas en España. Sin embargo, atrás ha quedado la apuesta ferviente por la innovación que han hecho otros países: desde EEUU a Israel pasando por China. Eso ha hecho que los casos de éxito de startups españolas –el mejor pasaporte para atraer la inversión extranjera– hayan pasado desapercibidas por muchos de los grandes inversores internacionales, que se han alimentado de otras cunas de startups.

Así, al igual que pasa con el capital riesgo puro (private equity), la mayor parte del dinero que gestionan los fondos de venture capital viene de bolsillos extranjeros: fondos de pensiones, aseguradoras, fundaciones o family offices. "Es muy difícil explicar a una fundación o al comité de inversión de un gran fondo de pensiones internacional porqué dedicar sus recursos a un país sin tener casos de éxito que avalen la innovación y los grandes conocimientos de los emprendedores nacionales", explicaba un conocido gestor de la industria del venture capital nacional. "Por eso el caso de Idealista es tan importante, nos ayuda a todos a mostrar el potencial del país y de sus compañías", añadía.

Los abanderados españoles

El track record (el resultado histórico) de un fondo es uno de los criterios más analizados a la hora de atraer dinero a las diferentes gestoras. Sin embargo, si no había dinero, no se fomentaba el ecosistema de startups y si no recibían financiación las empresas españolas difícilmente en país se iba a colocar en el radar de los grandes bolsillos de inversión internacional. Una pescadilla que se ha mordido la cola en los últimos años hasta que una nueva generación de gestores de capital privado se convirtió en abanderada de la marca España después de miles de reuniones con diferentes inversores y, en muchos casos, con su propio capital. Porque, antes de atraer a los grandes gestores extranjeros, los verdaderos fundadores del ecosistema de startups patrio fueron los Seaya, Inveready, Adara o Kibo, entre otros, que apostaron por un mercado poco explorado y que están transformando en un foco de inversión extranjera.

Primero con fondos más pequeños, pero que poco a poco han hecho crecer gracias a su track record y que en muchos casos ya se encuentran en su segunda o tercera edición. Algo que también hubiera sido impensable de conseguir sin el apoyo del ICO, que a través de su programa Fond-ICO lleva desde 2013 impulsando esta industria mediante inversión pública.

La importancia de la innovación

Todos los expertos coinciden en que el ecosistema de startups en España se ha transformado radicalmente en los últimos cinco años. La economía está inmersa en un profundo cambio cultural en el que lo único que se sabe del incierto futuro es que primará la innovación y lo digital. Por eso, no sólo la Administración Pública quiere fomentarlo a través del ICO, sino que cada vez un número mayor de empresas está poniendo en marcha sus propios programas de innovación o de aceleración de startups –el denominado corporate venture–. De Repsol o Iberdrola pasando por Telefónica o el Santander hasta la conocida Lanzadera de Juan Roig, el presidente de Mercadona.

La unión de la inversión de las empresas con el sector público y con los fondos especializados están convirtiendo a España en una auténtica referencia en Europa a nivel de startups. Con hubs de innovación repartidos por buena parte del territorio español, no es de extrañar que el 6,2% del tejido empresarial español esté conformado por emprendedores (cifra que está creciendo a dos dígitos en los últimos años), según datos del Mobile World Capital de 2018. Es más, los expertos consultados se atreven a aventurar que "si se mantienen los niveles de innovación y de inversión en España, no sería de extrañar que cada año el país tuviera un nuevo unicornio". Sin embargo, "lo importante no es alcanzar el título, sino de ser capaces de mover capital hacia proyectos españoles", señala un directivo de un fondo.

Las claves para distinguir un verdadero unicornio, según este experto, son: encontrar negocios disruptivos capaces de generar ingresos rápidos y con un equipo directivo dispuesto a atraer a gente de talento conforme va creciendo. "Los unicornios españoles existen y no están escondidos, pero tenemos que querer encontrarlos", concluye.

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