Casi seis meses después de que se decretara el Estado de Alarma por la pandemia de coronavirus, la gran parte de material que se compró por la vía de urgencia no ha llegado. Ninguna de las partidas de equipos que se adquirieron en un mercado atroz, con precios por las nubes marcados por las tensiones internacionales, han llegado por completo cuando la segunda ola en España es un hecho.
Las reservas de material serán necesarias para poder controlar el incremento paulatino de casos de coronavirus y sus consecuentes hospitalizaciones y la despensa del Ministerio no ha se ha ocupado ni la mitad de su capacidad.
Los expedientes abiertos en la Plataforma de Contratación del Estado especifican la cantidad de material comprado en el periodo del Estado de Alarma, sobre todo en sus primeros compases. En ellos se puede contabilizar que se compraron algo más de 821 millones de mascarillas, casi nueve millones de batas y monos desechables, 850.000 gafas de protección, más de 138 millones de guantes de nitrilo y casi 2 millones de soluciones hidroalcoholicas (geles desinfectantes). De ninguna de estas partidas se ha recibido el total, pero es que los porcentajes en muchos de los casos son muy deficientes.

De mascarillas (incluyendo aquí todas las clases que se compraron) se han recibido algo más de 142 millones, lo que representa el 17,3% de lo adquirido. El porcentaje se reduce al 14,1% si se habla de batas y monos para los profesionales médicos. En relación a las gafas, no se han recibido ni el 30% de todas las que se compraron (29,7%) y el porcentaje tampoco supera el 50% si se analizan los contratos relativos a los guantes de nitrilo. En el caso de los geles hidroalcohólicos, el porcentaje de material recibido se sitúa en el 57,1%.
En contraposición a estos datos, los respiradores adquiridos sí que están en manos del Ministerio. Según las cifras disponibles, se compraron 7.384 aparatos y se han recibido el 100% de ellos.
Los guarismos ofrecidos sobre la cantidad de material recibida corresponden a los últimos datos oficiales del Ministerio de Sanidad, con fecha del 2 de julio, y al trabajo realizado por el Partido Popular en base a respuestas parlamentarias. Este periódico ha solicitado información más actual al Ministerio pero no la ha recibido, por lo que algunos porcentajes pueden haber mejorado.
Sin embargo, cabe recordar que en los estertores del estado de alarma, como la situación de falta de material no era tan acuciante y además la primera oleada de la pandemia estaba remitiendo, el Ministerio de Sanidad cambió el método de transporte con los productos adquiridos en China (la gran mayoría de aquella época) del avión al tren. Fue precisamente el dos de julio, cuando se actualizaron los datos presentados, cuando el Ministerio anunció la llegada del convoy procedente de China que había salido del país asiático el 3 de junio. Es decir, el nuevo método de transporte, más económico, también es mucho más lento a la hora de recibir el material.
Sin central de compras aún
Junto a las compras del Gobierno, la otra bala en la recámara de Sanidad era la creación de una central de compras con la que poder surtir a las comunidades autónomas y, además, disponer de una reserva en el tiempo para futuras pandemias. Durante el mes de junio, Ingesa estuvo trabajando en la confección de un acuerdo marco. El concurso se anunció a finales de julio con la intención de empezar las licitaciones en septiembre, pero defectos en los pliegos hicieron a Sanidad recular.
Una de las críticas que tuvo el proyecto nació de algunos empresarios nacionales, que lamentaban que las condiciones de acceso a los contratos fueran prácticamente inasumibles con la excepción de las multinacionales. Por otro lado, hubo ruido en las comunidades autónomas que no se sumaron en primera instancia, ya que veían la compra centralizada como una amenaza para surtirse ellas mismas por su cuenta. Sea por una cosa o la otra, lo cierto es que Sanidad dio marcha atrás y publicó unos nuevos pliegos una semana más tarde incluyendo a las comunidades que se habían quedado fuera.
El objetivo, que ya ha sufrido el mencionado retraso, era tener lista la 'despensa' a partir de octubre, cuando se esperaba la segunda oleada de coronavirus. Sin embargo, aún no ha terminado el mes de agosto y el número de casos ya es alarmante.