CaixaBank ha decidido vender una parte de negocio de tarjetas en comercios y conseguir así 410 millones de plusvalías para afrontar con un mayor colchón la crisis que se avecina. La entidad generará estos beneficios extraordinarios, que le servirán para poder llevar a cabo nuevas provisiones en el futuro si fuera necesario.
La entidad tuvo que hacer un ejercicio de anticipación en el primer semestre con la reserva de más de 1.100 millones de euros para cubrir impagos en los próximos meses que se deriven de la crisis del coronavirus, lo que redujo un 67% sus resultados.
CaixaBank, en un comunicado a la CNMV, ha informado que traspasará el 29% del capital que ostenta en Comercia Global Pyments, empresa que comparte con CPC y Global Payments por un precio de 493 millones. En la actualidad ostenta un 49%. El precio de la operación valora la compañía en 1.700 millones.
Tras este acuerdo, que se materializará en el segundo semestre de este año, CaixaBank mantendrá su presencia y un grado de influencia significativa en el negocio de adquirencia con comercios, al mismo tiempo que realiza una importante plusvalía, explica. El actual pacto comercial entre la compañía y CaixaBank se mantendrá y extenderá hasta 2040, lo que facilitará "la innovación de productos, una estrategia de crecimiento en este negocio y un mejor servicio a la red de clientes".
Aunque el banco generará beneficios extraordinarios, equivalentes a 19 puntos de su capital de máxima solvencia, la venta reducirá los ingresos por puesta en equivalencia en 14 millones, estima.