CaixaBank ha reducido su beneficio en el primer semestre un 67%, hasta los 205 millones de euros, debido al esfuerzo en provisiones realizado para combatir los efectos del coronavirus. El resultado. señala la entidad, incluye una provisión extraordinaria anticipando impactos futuros asociados a la Covid-19 de 1.155 millones de euros. Además, incorpora el coste asociado a prejubilaciones de 109 millones.
El grupo subraya en su informe que pese a las dificultades el crédito a la clientela ha alcanzado los 242.956 millones de euros, es decir, que ha crecido un 6,8 %, como consecuencia esencialmente del aumento del crédito a empresas, en un 15,9% derivado de las líneas de líquidez del ICO.
En el segundo trimestre CaixaBank ha incrementado el ejercicio de prudencia para afrontar impagos futuros como consecuencia de la situación de la economía al ampliar en 755 millones las dotaciones vinculadas a la pandemia. En el primer trimestre, esta hucha alcanzó los 400 millones.
La entidad prevé que estas dotaciones serán menores en el segundo semestre del año, siempre y cuando, no se produzcan nuevos confinamientos que alteren sus previsiones económicas.
El consejero delegado, Gonzalo Gortázar, ha señalado en rueda de prensa que esta hucha se ha ejecutado porque se espera que a partir del tercer trimestre la morosidad empiece a subir. En su caso, estima que alcanzará una tasa menor al 5% a final de año y que siga subiendo hasta finales de 2021, cuando se producirá el pico. En la actualidad se sitúa en el 3,5%.
El grupo ha podido llevar a cabo esta anticipación de riesgos por la capacidad de generación de ingresos ordinarios. La actividad bancaria generó a la entidad 4.064 millones, los que supone un descenso de solo el 0,5%, a pesar de las circunstancias del mercado, que se vieron alteradas por el confinamiento. Admite que el entorno ha sido muy complejo, pero que en junio y julio el panorama se ha venido despejando y recuperando.
En este escenario, el margen de intereses se recortó un 2,1% por menor concesión, sobre todo en la parte de consumo, e ingresos inferiores al descender los tipos aplicados en los préstamos a empresas del programa de liquidez del ICO, pero tanto las comisiones como los seguros experimentaron alzas, del 1,5 y el 10,5% respectivamente.
Mayor rebaja de costes
Del lado de los costes, la entidad los ha recortado en casi un 3% y ha actualizado su plan de disminución para el periodo 2019-2021. Espera lograr 300 millones adicionales de bajada de esta partida gracias a una mayor salida de personal, las eficiencias tecnológicas, la renegociación de grandes contratos y la revisión de inversiones.
Con el fin de reforzar su balance y poder afrontar con un mayor margen los desastres de la crisis, CaixaBank ha decidido realizar desinversiones de negocios. Así, ha llegado a un acuerdo para vender su negocio de pagos en comercios para lograr unas plusvalías de 410 millones.
Sin necesidad de fusiones
Estas ganancias, unido a la capacidad de generación de ingresos ordinarios y las menores provisiones, han facilitado a Gortázar a señalar que "habrá CaixaBank para rato" y en solitario. El directivo ha subrayado que la intención es continuar con sus planes de crecimiento en solitario, aunque no descarta analizar las oportunidades que surjan en el probable escenario de concentración que se avecina. "No tenemos necesidad de activar negociaciones", ha matizado porque somos capaces de aumentar nuestra rentabilidad y "con lo que tenemos podemos salir bien" de la crisis.
En este sentido, Gortázar aseguró que la entidad, gracias al trabajo realizado en los últimos ejercicios, está ganando cuota de mercado, tanto en nóminas, seguros y fondos, y que ya tiene el tamaño suficiente para operar sin dificultades y encarar el futuro.
Con esta evolución, el grupo ha mantenido sus planes de repartir dividendos en 2021 con cargo a 2020 en efectivo, "dividendo de verdad", equivalente a un 30% de los beneficios ordinarios. En este sentido, ha confiado en que el BCE levante su recomendación de prohibir los pagos en enero.