"Esta crisis tendrá una sombra muy alargada. Cada vez menos pasajeros están dispuestos a volar nada más termine la pandemia y dos de cada tres ve menos viajes en su futuro", alerta Alexandre Juniac, presidente de IATA, la asociación aérea más grande del mundo.
El pesimismo en el sector aéreo es generalizado debido a la elevada incertidumbre, los rebrotes, la falta de coordinación entre los países, los problemas para recuperar los ingresos perdidos por el coronavirus y la fuerte presión sobre los margenes por los bajos precios. Así, lejos de esperar una vuelta a la normalidad, las compañías aéreas europeas asumen que el invierno "será muy complicado" y han pedido que se prorrogue la flexibilización del uso de los slots y que se aplacen de nuevo los pagos por los servicios de control aéreo puesto que "no tienen dinero".
Auguran un "invierno complicado" y piden que se prorrogue la flexibilización de los slots
En concreto, las aerolíneas europeas prevén un descenso del tráfico aéreo de entre el 15 y el 20% en el primer trimestre de 2021 en comparación con 2019. Actualmente las reservas "son históricamente bajas" y Eurocontrol estima una reducción de las operaciones de entre el 35 y el 45% en octubre de este año y de entre el 15 y el 25% sólo en febrero del año que viene.
"Todo el mundo asume que las aerolíneas operarán un programa de vuelo muy reducido este invierno. Los niveles de ocupación probablemente permanecerán por debajo del nivel de equilibrio del 75-80% en el futuro inmediato", señala la asociación Airlines for Europe (A4E), formada por IAG, Lufthansa, Air France-KLM, Ryanair, Volotea o easyJet. Así, sólo entre mayo y el 19 de julio, en plena recuperación de la movilidad dentro de la Unión Europea, los operadores de A4E redujeron su tráfico un 75%, lo que implica 260.000 vuelos menos en Viejo Continente que en el mismo periodo del año anterior.
"Todo el mundo asume que las aerolíneas operarán un programa de vuelo muy reducido este invierno. Los niveles de ocupación estará por debajo del 75%"
En este contexto, agravado por la lenta apertura de las fronteras con terceros países, el sector aéreo espera cerrar el año con un descenso de los ingresos a nivel global de 82.000 millones de euros, suponiendo que no haya rebrotes en el corto plazo que hundan la demanda y disparen las cancelaciones. Sólo en el Viejo Continente se espera una pérdidas de ingresos de 19.000 millones, lo que implica una caída del 56% de la demanda.
De cara a 2021 se prevé un ejercicio muy complicado con unas pérdidas netas de al menos 14.000 millones de euros a nivel mundial. En Europa las aerolíneas tampoco volverá a la senda de los beneficios durante ejercicio que viene debido a la crisis económica, el retraso en la apertura del mercado transatlántico y el alza de los costes por las medidas de seguridad sanitaria y la lucha contra el CO2.
Ampliar las ayudas al sector
La incertidumbre sobre la recuperación de la actividad ha llevado a las aerolíneas europeas a urgir a UE que no reactive la normativa de los slots de use it or lose it que implica que una compañía puede perder sus derechos de vuelo en una ruta o aeropuerto si no la explota. La norma se ha suspendido hasta finales de octubre, cuando termina la temporada de verano, pero la industria señala que el sector está lejos de recuperar la normalidad por lo que obligar a explotar los slots llevará a las compañías a realizar vuelos en vacío o no rentables para mantener el derecho.
"El modelo de negocio de las aerolíneas se construye sobre los slots y muchas veces se opera un vuelo para no perderlo"
"El modelo de negocio de las aerolíneas se construye sobre los slots y muchas veces se opera un vuelo para no perderlo. Hay más slots que la demanda que se espera por lo que obligar a usarlos llevará a las compañías a tomar decisiones que pueden poner en peligro su supervivencia y será negativo para el medio ambiente porque se podrán a volar más aviones de los necesarios", explica el consejero delegado de Air France-KLM, Benjamin Smith, durante una conferencia virtual con periodistas.
Así, desde la asociación europea se pide que se de más tiempo a las compañías para reorganizarse y poner en el mercado la capacidad necesaria, una mayor coordinación entre los países en materia de control de las fronteras y medidas de seguridad sanitaria y que las decisiones se anuncien con más tiempo para dar visibilidad. Kenton Jarvis, consejero delegado de TUIfly, explica que la incertidumbre está afectando a las reservas y los clientes esperan al último momento porque no saben qué pasará o si podrán volar.
Otro punto importante es renegociar el pago de las tasas del control aéreo, que fueron retrasadas hasta octubre. Las compañías europeas alertan de que no tienen dinero para hacer frente al abono de 1.100 millones de euros por las tasas aplazadas en noviembre por lo que piden que se renegocie el abono de la cantidad adeudada para que se pueda abonar cuando vuelvan a generar ingresos suficientes, algo que no saben con certeza cuándo será. Está claro no será en 2020 pero esperan que llegue a lo largo de 2021.
También solicitan a la UE que cambie el reglamento 261/2014 para suavizar las obligaciones con los pasajeros por los retrasos y cancelaciones (señalan que en 2018 abonaron 5.300 millones por la congestión del tráfico) y que se limite el monopolio de los aeropuertos para que no puedan subir las tasas o prestar peores servicios.