
Siemens Gamesa Renewable Energy (SGRE) ha anunciado el cierre de la fábrica de Aoiz (Navarra) y el lanzamiento de un ERE para sus 239 empleados, porque la producción de la planta -palas para modelos de aerogenerador anticuados y pequeños- no se ajusta a la demanda del mercado. Otras dos plantas en riesgo de la empresa, en Galicia y Cuenca, se salvan, de momento.
SGRE asegura que necesita adaptarse a las condiciones del mercado eólico global, caracterizado por una fuerte competencia y presión de precios que ha deteriorado los márgenes de los fabricantes de aerogeneradores. Los nuevos modelos tienen rotores de hasta 170 metros, y los que fabrica la planta navarra tienen 132 metros.
La compañía dirigida por Andreas Nauen señala en una nota de prensa que la fábrica produce para el mercado doméstico y que "sus altos costes y su localización geográfica, a más de 200 kilómetros del puerto más cercano, hacen inviable su competitividad para la exportación".
También anuncia que las negociaciones con los representantes de los trabajadores comenzarán "previsiblemente en los próximos días, de acuerdo con la regulación vigente" y que informará de los acuerdos alcanzados.
Los empleados llevaban tiempo esperando una decisión así, sobre todo desde la adquisición a la quebrada Senvion de una moderna fábrica de palas en Portugal, capacitada para producir grandes palas, ubicada en la costa y muy bien preparada para surtir al mercado global. De hecho, tiene una autovía dedicada desde la planta hasta el puerto.
Otras fábricas en España
A pesar de sus desventajas logísticas, los sindicatos han denunciado que la compañía no ha querido estudiar un plan de viabilidad para las instalaciones de Aoiz, y denuncian que fuera de España SGRE no está realizando otros ajustes; igualmente, muestran su preocupación por otras fábricas de SGRE, como la de Somozas (Galicia) y Cuenca.
La de Somozas también tiene problemas logísticos -el transporte especial eólico tarda dos horas en alcanzar la costa-, y de tamaño -solo puede fabricar palas de hasta 70 metros-, pero sus 280 empleados fijos y el medio centenar de temporales tienen carga de trabajo hasta diciembre, y podría prolongarse, porque aún hay mercado para sus álabes en lugares donde los molinos tienen limitaciones de altura.
En la de Cuenca se desarrollan dos actividades, reparación de palas y producción de raíces de palas para la planta de Aoiz. Su medio centenar de trabajadores ya sabe lo que es reconvertirse -lo ha hecho cinco veces en los últimos 10 años- y tiene en marcha un plan de viabilidad para reforzar las reparaciones y el reciclado de equipos eólicos.
"Decisión muy difícil"
Alfonso Faubel, consejero delegado del negocio en tierra firme de SGRE, quien ya había anunciado a los trabajadores que se avecinaban ajustes en su área de negocio, ha declarado sobre el cierre de Aoiz que "Hemos tomado una decisión muy difícil y somos plenamente conscientes de su impacto en nuestros trabajadores y su comunidad local. Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para ayudar a las personas afectadas".
"Tras analizar durante los últimos meses todas las opciones posibles, hemos llegado a la conclusión de que no hay otra alternativa posible. En las circunstancias actuales, tenemos la obligación de tomar las medidas necesarias para garantizar la viabilidad a largo plazo de esta compañía, así como el empleo de las más de 24.000 personas que trabajan con nosotros en todo el mundo, incluidas cerca de 5.000 en España", añadió.
El Gobierno de Navarrra ha mostrado su "profundo malestar" y ha trasladado su compromiso de "analizar todas las opciones posibles siempre, desde la perspectiva del interés general".