
Los avances científicos de las compañías farmacéuticas, unidos a las urgencias por comenzar cuanto antes la fabricación para tener dosis suficientes cuando llegue la primera vacuna obligan a tomar medidas cuanto antes. La Comisión Europea pedirá esta semana poderes a los estados miembros para poder negociar con las compañías que estén más avanzadas y facilitar la producción de la vacuna en suelo europeo.
Así consta en un memorando interno al que ha tenido acceso Bloomberg y donde se asegura que los ministros de Sanidad decidirán esta cuestión por videoconferencia a lo largo de esta semana.
Esta iniciativa comienza tarde en comparación con Estados Unidos, que ya financia varios proyectos para asegurarse parte de la producción. De hecho, el último movimiento de la administración americana ha sido el desembolso de 1.200 millones de dólares en un acuerdo con AstraZeneca, que desarrolla la potencial vacuna descubierta en la Universidad de Oxford. El organismo americano designado para este proceso, el Barda, también dispone de varios acuerdos con biotecnológicas estadounidenses, como por ejemplo Moderna, quien comenzará la Fase III en julio.
En estos momentos comienza el semestre clave para poder disponer de vacunas tan pronto como sea posible (la fecha que más se maneja es enero de 2021) y la Comisión Europea no puede perder ni un minuto más. Son muchas las compañías que ya han avisado de que es necesario producir a riesgo si se quiere tener el inyectable tan pronto como se tenga el sí científico. De hecho, la semana pasada, según apunta Bloomberg, ya hubo un primer intento para dar poderes a la Comisión Europea que no se llegó a cerrar pero sí que se avisó de que se debía imitar el modelo americano e invertir en varios proyectos, aún a riesgo de perder el dinero.
La comisaria de Salud de la Unión Europea no es ajena a este problema y dice que la mejor forma de poder asegurar un acceso para toda la Unión Europa es comenzar a negociar ya con la industria farmacéutica. Al final, lo que se trata es de un acuerdo para que esa producción a riesgo sea compartida.
Sin proyecto común
Pero en Europa hay poco sentimiento de comunidad en general, sobre todo cuando hay problemas. Con la posibilidad de acordar por la fabricación y el acceso a una vacuna tampoco está siendo diferente. Desde Holanda se informó la semana pasada que el país había llegado a una alianza común con Alemania y Francia para analizar proyectos e iniciar conversaciones con la industria farmacéutica.
En este contexto, en España tampoco se ha avanzado a nivel nacional. La apuesta del Gobierno es transformar las plantas de fabricación de vacunas veterinarias para poder fabricar de uso humano. Pero más allá de eso hay poco. Tan solo la apuesta de una empresa española por producir un proyecto que aún está en fase preclínica.