
José María Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica, ha mostrado su profundo orgullo de pertenencia por el trabajo realizado por las personas de su compañía en las últimas semanas. "Sí, hoy es un gran día para nosotros. No ha sido fácil. Ahora podemos decir que la fusión de O2 con Virgin Media (Liberty Media) en el Reino Unido supone la mayor transacción corporativa de nuestros 96 años de historia". El suma del valor de las compañías y las sinergias estimadas alcanza los 36.000 millones de euros, frente a los 26.000 millones de euros que representó la compra de O2 en 2005. Además, "se trata de una transacción a nivel mundial, la mayor del curso, la más importante de los cinco últimos años en el Reino Unido. Muchas personas de Telefónica han trabajado sin desvelo, para que todo esto ocurra, en un entorno muy complicado, por lo que hoy puede considerarse un día de recompensa para todos nosotros".
Tras asegurar que podría escribir un libro para explicar la gestación de la alianza con su nuevo socio, el presidente ejecutivo de Telefónica ha reivindicado la dimensión de una consolidación que dará origen al futuro "campeón de la conectividad del Reino Unido",. Entre otros detalles, el operador español recibirá 2.500 millones de libras (2.850 millones de euros) por parte de Liberty Global a modo de compensación para así equilibrar una joint venture, al 50% entre los dos socios. El operador resultante sería líder en el Reino Unido con 51,6 millones de accesos, más de 11.300 millones de libras (13.000 millones de euros), un oibda de 4.100 millones de libras (4.690 millones de euros), con un margen de rentabilidad 37% y con un flujo de caja operativo de 2.100 millones de libras (2.400 millones de euros).
Las sinergias operativas alcanzarán los 6.250 millones de libras (7.150 millones de euros) gracias a las ventas cruzadas, los ahorros en costes e inversión, las futuras eficiencias por gastos estructurales, así como optimización de presupuestos de marketing, consolidación de redes y migración del tráfico móvil. Las dos compañías deberán decidir qué marca sera la elegida, entre O2 y Virgin Media, si bien esta última pertenece a un grupo ajeno a los socios (Virgin Group). El primer ejecutivo de la futura sociedad se decidirá en las próximas reuniones, previas a la formalización del acuerdo.
En una teleconferencia con la prensa española, Álvarez-Pallete ha reconocido que los primeros contactos con Virgin Media se realizaron durante el otoño de 2019, antes del anuncio estratégico de Telefónica de concentrar sus prioridades en cuatro grandes mercados, el británico entre ellos. También ha indicado que su grupo mantuvo conversaciones con otros interesados, tal y como ya informó elEconomista.es el pasado febrero. La compañía confía en que no existan especiales problemas de competencia, dados los antecedentes de otras grandes alianzas en ese mismo mercado, como la que protagonizaron Deutsche Telekom y Orange para crear Everything Everywhere (EE).
Sin recompra a la vista
Con respecto a la política de dividendos, Álvarez-Pallete ha señalado que será dentro de un año cuando se conozca la política de retribución del próximo ejercicio y ha descartado una recompra de acciones para compensar la dilución que pueden generar los pagos en scrip.
"No hemos planteado un programa de recompra de acciones. No lo hemos anunciado y creemos que con la nueva política se aúna el objetivo de dar todas las opciones al accionista y darle flexibilidad a la compañía. Creemos que eso genera ahora mismo más valor y también estamos muy comprometidos con el investment grade", ha asegurado.
Estimando una aceptación del 70% del dividendo en scrip, la compañía se ahorraría en torno a 1.400 millones con respecto a la salida de caja que se produciría abonando un dividendo completamente en efectivo.