
El Consejo de Administración de Merlin Properties decidió ayer que reducirá su remuneración un 25%. Además, los consejeros ejecutivos y el equipo directivo de la socimi también acordaron renunciar a cualquier importe que pudiera corresponderles como remuneración variable a corto plazo a lo largo de este año.
Así lo comunicó el miércoles por la noche la sociedad que dirige Ismael Clemente, que también ha acordado convocar la Junta General Ordinaria para los días 16 y 17 de junio.
Por otro lado, la compañía ha comunicado su nueva estrategia de reparto de dividendo, que irá ligada al impacto final que tenga el coronavirus en el negocio de la socimi. A finales del pasado mes de febrero, cuando la compañía presentó sus resultados del pasado ejercicio comunicó su intención de repartir un dividendo de 0,32 euros en mayo, que sería complementario a los 0,20 euros que ya se repartieron en octubre de 2019.
El propósito de repartir esos 32 céntimos de euro se mantiene pero se dividirán en dos tramos. Así, la propuesta que se llevará a la Junta pasa por el reparto de un dividendo complementario por acción de 14,6 céntimos de euro, pagadero en efectivo. Además, se propondrá una delegación al Consejo de Administración para distribuir con cargo a prima de emisión 17,4 céntimos, también en efectivo, "cuya ejecución final será decidida por dicho Consejo teniendo en cuenta la evolución del impacto de la pandemia Covid-19 en el negocio", explica la compañía.
"Fruto del trabajo de varios años de disciplina financiera, Merlin Properties goza de una gran solvencia financiera para afrontar estos momentos difíciles. La compañía cuenta con más de 1.100 millones de euros en tesorería, sin vencimientos de deuda hasta abril de 2022", destaca la socimi, que apunta además que el nivel de endeudamiento es bajo, un 40,6% a cierre de 2019, y existe una "holgura muy amplia para el cumplimiento de los covenants financieros".
"Esta solidez se ha visto refrendada por las dos principales agencias de rating, quienes acaban de reafirmar el rating "investment grade" de la Compañía, BBB en el caso de S&P y Baa2 en el caso de Moody's", destaca Merlin en su anuncio de la CNMV.
Análisis de las inversiones
La Compañía ha analizado sus planes de inversión futuros, en concreto los denominados planes Landmark (oficinas), Flagship (centros comerciales) y Best II & III (logística), con el objetivo de identificar prioridades teniendo en cuenta el actual entorno de prudencia y preservación de capital, separando proyectos en ejecución y con altos niveles de alquileres ya comprometidos de aquellos otros cuya ejecución se puede diferir.
El conjunto de actuaciones en ejecución y generadoras de rentas en el corto plazo contemplan una inversión remanente agregada de 247,7 millones a lo largo de los próximos cuatro años, de los cuales 167,4 millones se prevén desembolsar en 2020. Las rentas futuras estimadas atribuibles a estos proyectos (con un nivel de prealquileres del 65%) ascienden a 37,3 millones.
Lucha contra el Covid-19
La compañía señala que "conscientes del problema sanitario en que nos encontramos, Merlin Properties ha estado trabajando intensamente en las últimas semanas en la búsqueda de iniciativas que ayuden en la lucha contra el coronavirus".
Entre sus iniciativas "destaca la labor realizada para traer a España y poner en marcha 4 robots de última tecnología para la realización de pruebas masivas PCR". Según explica la socimi "se trata de un proyecto promovido por cinco profesionales de los sectores de la sanidad, la investigación, la tecnología y los asuntos públicos, con fondos aportados por Merlin Properties junto con donaciones de sus empleados".
Los robots han sido instalados en el Instituto de salud Carlos III y los centros sanitarios de La Paz, en Madrid, y Vall d'Hebron y Clinic, en Barcelona
En una segunda fase está previsto que estos robots puedan adaptarse para integrar los sistemas que se van a utilizar para la realización de tests de anticuerpos.
Según destaca la compañía "a esta iniciativa se han sumados empresas como Manpower Group, Inditex, Apple, Correos, Ikea, LLYC y Telefónica, quienes han aportado los ingenieros, logística, equipamiento e infraestructuras necesarios para la puesta en marcha de los robots. También se han sumado los Ministerios de Hacienda, Interior, Exteriores y Ciencia e Innovación para facilitar la gestión del proyecto".