
Grandes y pequeños. Multinacionales y modestas pymes. El tejido industrial se reinventa en la lucha que España libra contra el coronavirus. El presidente del Gobierno admitió el pasado fin de semana que España se encuentra en una economía de guerra en la que la prioridad es el sistema sanitario y sus necesidades y el sector empresarial ha respondido.
No hay segmento productivo que no ponga su granito de arena y modifique su fabricación natural para arrimar el hombro ante una pandemia que ha llevado al límite a médicos y enfermeros y ha puesto patas arriba tanto a la sociedad como al modelo económico occidental.
Los materiales que más se necesitan para luchar contra la pandemia son ya conocidos. Todo equipo médico de protección, como pueden ser mascarillas, geles desinfectantes o gafas protectoras, escasea. Sin ellos, el primero de los objetivos marcados por el gobierno en esta contienda peligra. No se puede detener la escalada de infectados si no se toman las medidas de protección adecuadas. Y las cifras ya asustan, sobre todo porque al pico, que se puede conocer esta semana, nadie ha sido capaz de ponerle una cifra.
Sector textil
Grandes multinacionales del sector textil como Inditex, Mango, H&M o Mayoral, por citar algunas, se han puesto el mono de trabajo para que tanto mascarillas como guantes o trajes especiales para el profesional sanitario lleguen hasta donde más se necesite. Tanto médicos y enfermeros, oficiales de primera línea de batalla, están en peligro, tal y como demuestran las cifras. El 12% se ha contagiado y el problema no es sólo que no puedan ejercer, sino que, además, por las características del virus, pueden contagiar a muchos compañeros antes de ser conscientes de la enfermedad.
Pero las mascarillas no solo vienen del que se podría pensar como sector más cercano. El equipo de impresión 3D de Ferrovial Servicios España está trabajando en un diseño de mascarilla mediante fabricación aditiva. La mascarilla es fabricada con nylon P12 a través de MJP (Multi Jet Printing) para evitar superficies. Asimismo, está colaborando de manera proactiva con otras empresas, centros tecnológicos y universidades, en un esfuerzo coordinado para conseguir la mayor agilidad y difusión de los diseños y para su fabricación posterior.
Cosmética y destilerías
También los geles desinfectantes son necesarios para una correcta higiene. En este apartado cobran especial relevancia tanto empresas de bebidas alcohólicas como de cosmética. Bacardi ya ha puesto en marcha la mayor de sus destilerías y Pernod Ricard, propietaria de marcas como Beefeater, Ballantine's, Seagram's, Havana Club o Ruavieja, también ha puesto a disposición de las autoridades competentes su planta de Manzanares (Ciudad Real). También González Byass, propietaria de Viñas del Vero, Bodegas Beronia o Tío Pepe ha puesto a disposición de la Administración sus plantas de Chinchón (Madrid), Jerez de la Frontera (Cádiz) y la destilería de su filial Bodega Las Copas de Tomelloso (Ciudad Real).
En el ámbito de la cosmética también hay varias empresas que se han involucrado directamente en la fabricación del arsenal necesario para combatir la pandemia. Es el caso, entre muchas otras, de Puig, L'Oreal, Nivea (su planta de Tres Cantos) o Cantabria Labs, quienes han adaptado sus capacidades de producción para la fabricación de geles hidroalcohólicos.
La necesidad de los respiradores
Una vez que se tengan a mano las balas suficientes, también hacen falta los rifles. Muchos de los pacientes que reciben los hospitales acaban hospitalizados (más del 50%, según los datos del Ministerio de Sanidad) y algunos de ellos acaban derivándose a las UCIs (al menos hay 1.800 personas, según los datos oficiales del Estado). Es en esta zona donde hacen falta de manera urgente respiradores para conseguir detener al coronavirus antes de que acabe con la vida del paciente. La alianza entre el Consorcio de la Zona Franca (CZFB), HP y Leitat (Tecnio), junto al CatSalut, han conseguido desarrollar el primer respirador de campaña impreso en 3D para producir en cantidades industriales y preparado para dar apoyo a los hospitales y UCIs en el tratamiento de los enfermos graves por Covid-19.
También el ingenio y la imaginación ha llevado a un grupo de científicos, comandados por el director general de Cotec, Jorge Barrero, a buscar ideas que puedan mejorar los servicios ya existentes. Entre ellas destacan la de modificar los respiradores existentes para que puedan dar servicio a más de un paciente o mejorar otros aparatos ventiladores como los de la apnea del sueño para que puedan servir de soporte.
Otros sectores
Además del sector industrial, el de servicios también da la talla en los momentos más cruciales de esta batalla campal contra el coronavirus. Un grupo de cadenas de restaurantes (entre las que está, por ejemplo, Telepizza o KFC) se han unido bajo el nombre de Food 4 Heroes y reparten comida gratis a los hospitales públicos de Madrid. También el taxi se ha puesto al servicio del batallón de médicos que lucha contra el coronavirus y les ofrecen los desplazamientos a sus casas gratis. Y cómo no recordar la labor de los hoteles que se han transformado en hospitales de campaña para paliar el estrés hospitalario.
También cabe señalar al Real Madrid. El club blanco ha destinado una cantidad de dinero, que no ha querido ser revelada por el equipo, para que la Comunidad de Madrid pueda destinar más recursos a la compra de material médico,
El sector energético tampoco se ha quedado atrás. En esta batalla en la que los cuarteles generales son hospitales que trabajan sin descanso día y noche, las principales empresas que surten la electricidad han decidido olvidarse de las facturas. El esfuerzo de la sociedad al completo es plausible y seguirá sin descanso hasta que la curva se precipite hacia el cero absoluto.