Todos los países buscan las fórmulas para abastecerse de los materiales médicos necesarios para afrontar la pandemia del coronavirus. Uno de los dispositivos que más falta hace en los hospitales son los respiradores, habida cuenta de la evolución de la enfermedad y de la multiplicación de los casos graves a cada día que pasa.
Las tensiones en el mercado son conocidas. Cada Estado pide a su industria que no exporte y que priorice en el abastecimiento de los hospitales del país. Ante ello, la solución pasa porque la planta de fabricación se encuentre en España y ahí Sanidad solo puede contar con una: Hersill. Situada en Móstoles, esta Pyme madrileña se convierte en uno de los principales surtidores del Sistema Nacional de Salud. Desde que comenzó la crisis trabajan a destajo para dar soluciones, pero también es cierto que su estructura tiene limitaciones.
Administrada por Gerardo Herranz, esta empresa distribuye sus equipos médicos a través de su red de representantes con presencia en más de 80 países. Los últimos registros de la compañía, que datan del cierre de ejercicio de 2018, aseguran que tiene 38 trabajadores asalariados y el importe neto de la cifra de negocio de aquel año fue de 4.986.278. Sin embargo, esta crisis cambia el paradigma que tenían hasta ahora. Los puestos de trabajo han crecido y el volumen de negocio lo hará también en las próximas fechas. El único misterio (este medio se ha puesto en contacto con la empresa pero no ha recibido respuesta) es el tiempo que tardan en fabricar uno de estos ansiados respiradores, ya que se trata de una variable fundamental con esta pandemia.
Porque la situación ya es crítica. Tras tres semanas de epidemia, el colapso del sistema sanitario es un hecho en muchos de los hospitales de las zonas más afectadas, que son Madrid, País Vasco, La Rioja y Navarra, con hasta 147 por cada 100.000 habitantes. Pero el mapa que dibuja la crisis del coronavirus pone contra las cuerdas a otras autonomias como las dos Castillas o Cataluña, con hasta 56 casos por cada 100.000. personas
Con estas cifras, tanto las UCI como el número de respiradores disponibles están al límite. España cuenta con 4.404 camas en estas unidades según calcula la Sociedad Española de Medicina Intensiva, lo que significa una tasa es de 10,3 por cada 100.000 habitantes. Teniendo en cuenta que ya están ingresados en UCI 1.141, significa que el 25% de los recursos ya están 'hipotecados'. A esto hay que sumar que alrededor del 10% de los nuevos pacientes acabarán en la UCI (con necesidad de utilizar un respirador) y que la curva de casos creció este viernes en un 16% hasta los 10.500 hospitalizados (19,980 casos en total).
No en vano, sociedades científicas como la de los médicos intensivistas ya han realizado un documento de priorización de pacientes que el propio portavoz del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, ha admitido, si bien matizó que esta situación no es generalizada. El informe técnico explica a los médicos las pautas por las que priorizar en caso de saturación. "Se deben aplicar criterios de idoneidad y tener en cuenta factores como, por ejemplo, la edad, la comorbilidad, la gravedad de la enfermedad, el compromiso de otros órganos y la reversibilidad", dice el documento.
Hay otros científicos que tratan de idear nuevas fórmulas para disponer de más respiradores. El director general de Cotec, Jorge Barrero, explica algunas de ellas. "Estudiamos modificar los respiradores para que den respuesta a más de un paciente o reacondicionar productos como los de la apnea del sueño para que también puedan servir de respiradores son nuestras hipótesis", afirma.
