
El mercado de la vivienda tiembla ante las consecuencias que la crisis del coronavirus podría tener en el número de compraventas, ya que según las estimaciones de los expertos, la caída podría ser de hasta el 60% en el peor de los escenarios.
"Para 2020 pronosticábamos que iba a ir muy en línea con 2019 aunque claramente estos pronósticos se van a ver truncados con la crisis económica que estamos viviendo debido a la paralización de la económica a raíz del Coronavirus, que hará que durante meses el número de compraventas baje, aunque pensamos que después volveremos a cifras cercanas a 2019", explica Ismael Kardoudi, director de Estudios de Fotocasa.
En la misma línea, Mikel Echavarren, CEO de Colliers International Spain apunta a un importante retroceso en la actividad, especialmente en el producto de segunda mano. De las más de 500.000 viviendas que se vendieron el año pasado en España, unas 100.000 fueron de obra nueva, el mismo volumen que la consultora prevé para 2020 y que augura que se mantendrá, ya que son operaciones que se han hecho en los últimos dos años por contrato privado.
En las 400.000 restantes el directivo calcula una bajada del 15 % al 20 % "por ser optimistas", dice Echavarren, "salvo que esto se recupere después del verano o haya alguna vacuna".
"Si tú tienes ahorrados 30.000, 40.000 ó 50.000 euros para comprarte una casa y lo tienes invertido en acciones, lo que decides es no comprarla hasta que la bolsa se recupere", argumenta, y recuerda que "si eso se mantiene durante tiempo, el precio de las viviendas de segunda mano empezaría a bajar".
Con la crisis que se nos viene encima, que algunos organismos internacionales igualan a la que se inició en 2008, el mercado retrcederá
Por su parte, la analista inmobiliaria Beatriz Toribio apunta que "ahora llega este shock que va a suponer un importante parón, porque nos adentramos en una nueva crisis que traerá destrucción de empleo, menos demanda y que ha atacado de lleno a sectores clave para nuestra economía, como el turismo, servicios etc. Y esto tendrá un impacto ipso facto en la vivienda, tanto en la demanda como a la oferta. Aún desconocemos su alcance exacto, pero será importante, especialmente durante la primera mitad del año. Después, esperemos que todo vuelva a su cauce. Pero es pronto para saberlo".
Según explica Toribio, "la evolución del sector siempre va en línea con la economía y, sobre todo con el empleo. La desaceleración económica, junto con otros factores (Brexit, Ley Hipotecaria, etc) provocó una ralentización en la actividad del mercado de la vivienda en 2019. Ahora, con la crisis que se nos viene encima, que algunos organismos internacionales igualan a la que se inició en 2008, el mercado retrcederá y volverá a registrar números rojos que no hemos visto en los últimos cinco años".
Según sea de profunda esta crisis, así será su impacto en el sector residencial, indica la experta, que destaca que "desde el punto de vista de la inversión, hay que tener en cuenta que el inmobiliario podrá retomar a medio plazo su papel de valor refugio si se mantiene la actual situación de los mercados y cuando se hayan despejado algunas incógnitas".
Arranca el año en negativo
La compraventa de viviendas bajó un 2,6% el pasado mes de enero en relación al mismo mes de 2019, hasta sumar 46.927 operaciones, su menor cifra en un mes de enero desde 2017, según los últimos datos presentados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Si bien, en tasa mensual, esta cifra supone un incremento de las operaciones del 35% respecto a diciembre. Aunque se trata de una buena cifra, lo cierto es que este es el menos avance de un mes de enero desde 2017.
Con este descenso respecto a enero de 2019, la compraventa de viviendas regresa a tasas interanuales negativas después de haber subido en diciembre de 2019 un 1,8%. Así, recupera la tendencia que se registró hasta el último mes del año, ya que en noviembre las operaciones cayeron 9,3%; en octubre lo hicieron un 1,5%, mientras que en septiembre y agosto se desplomaron un 12%, y 21,1%, respectivamente.
En este sentido, Ferran Font, director de Estudios de Pisos.com apunta que con los datos de enero, "sigue el periodo a la baja iniciado en verano causado, principalmente, por la Ley Hipotecaria y por una demanda que cada vez más reducida, ya que las generaciones más jóvenes no pueden coger el testigo de una demanda por reposición que va menguando".
Según el experto, "otros factores que incidirán sobre la marcha del sector serán la ya prevista ralentización económica, el Brexit y la puesta en marcha de diferentes políticas de vivienda pero, sobre todo, el alcance que tendrá la crisis del COVID-19 en un sector que necesitará apoyo de las administraciones y estabilidad para afrontar los retos que tiene por delante".
Por tipo de vivienda, la obra nueva se posiciona con un peso del 18,1% en el total de las operaciones, mientras que la segunda mano sigue siendo mayoritaria con el 81,9% de las operaciones. Ambos segmentos han registrado caídas en enero. Concretamente, la vivienda usada disminuyó su actividad un 1,2% hasta las 38.443 transacciones. El descenso en vivienda nueva fue bastante más acusado, con una caída del 8,8%, hasta 8.484 operaciones.
Por otro lado, el 91,4% de las viviendas transmitidas por compraventa en el primer mes del año fueron viviendas libres y el 8,6%, protegidas. La compraventa de viviendas libres bajó un 1,3% en enero en tasa interanual, hasta sumar 42.876 transacciones, mientras que las operaciones sobre viviendas protegidas cayeron un 15,1%, con 4.051 transacciones.