
El expresidente de Bankinter, Jaime Botín, de 83 años, está más cerca de entrar en prisión. La magistrada del Juzgado de lo penal número 27 de Madrid, Elena González Bayón, ha modificado su sentencia del pasado mes de enero y pasa de condenar al banquero de 18 meses de cárcel a tres años y un día por contrabando de bienes culturales con una obra del pintor Pablo Picasso. En España, lo habitual es que si una condena no supera los dos años de cárcel, el condenado no entre en prisión si carece de antecedentes penales. Sin embargo, ahora Botín tiene más difícil eludir la cárcel al superar este límite. No obstante, la sentencia no es firme y el acusado puede recurrirla.
Asimismo, la juez también eleva la multa que impuso al banquero de 52,4 millones a 91,7 millones, según informan desde el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). La rectificación de la sentencia llega después de que el Ministerio Fiscal y la Abogacía del Estado solicitaran a la magistrada recalcular la pena por "un error" en la imposición de la misma a través de dos escritos remitidos al Juzgado el 20 y el 24 de enero, respectivamente. Ambas instituciones apuntaron a la juez que el delito de contrabando de bienes culturales se debía imponer en su mitad superior, por lo que de conformidad con el artículo 66.6 del Código Penal debe hacer frente a pena mayor de cárcel y también económica.
Jaime Botín está condenado por contrabanco con la obra de Pablo Picasso 'Cabeza de mujer joven'. Según la primera sentencia, el cuadro fue adquirido por el propio Jaime Botín en 1977, pero en 2015 y sin permiso del Estado español, trató de sacarlo ilegalmente del país. La obra, pintada en 1906, está valorada en 26,2 millones de euros, la mitad de la primera multa impuesta.
El banquero inició en 2012 los trámites para subastar la obra en la casa Christie's de Londres. De hecho, la subasta se programó para el 6 de febrero de 2013. Para ello, Botín llevó el cuadro a Christie's Ibérica, en Madrid, para su valoración y la realización de un dossier el 12 de diciembre de 2012. Desde la casa de subastas le aseguraron que debía pedir permiso al Ministerio de Cultura para la exportación del cuadro porque pertenecía a Patrimonio Histórico. Así, Botín autorizó a Christie's para que pidiera la aprobación de Cultura.

La Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes de Patrimonio Histórico Español rechazó la autorización en una reunión celebrada el 13 diciembre de 2012 por no existir una obra semejante en el territorio español, "siendo una de las pocas obras de Picasso del periodo gósol con influencia decisiva en el cubismo y en la evolución posterior de la pintura del siglo XX". El Ministerio Cultura declaró la inexportabilidad de la obra el 28 diciembre de 2012 y se lo notificó a Christie's y Botín el 15 enero de 2013. "Pese a ser consciente de la prohibición administrativa, el acusado trasladó el cuadro a la goleta 'Adix', de su propiedad, atracada el mes de junio en el puerto de Valencia para sacarla de España", reza la sentencia. El 10 de junio de 2015, la Guardia Civil realizó una inspección en el buque y pidió al capitán una correlación de los bienes que había en el barco, pero éste, obedeciendo la orden de Botín, no incluyó la obra.
El barco llegó al puerto de Calvi, en Córcega (Francia) en julio de 2015. Botín compró un vuelo para trasladarse con el cuadro a Ginebra (Suiza) para el 31 de julio de 2015. Un día antes, los servicios aduaneros ordenaron la inspección de la goleta localizando el cuadro embalado en la cabina del comandante, "al tener conocimiento de la falta de la preceptiva autorización administrativa para su salida de territorio español" y procedieron a su intervención.
Obra en el Museo Reina Sofía
El Juzgado número 4 de Pozuelo de Alarcón (Madrid) acordó el aseguramiento del cuadro como medida cautelar, solicitó traslado a España y, desde el 12 de agosto de 2015, está en el Museo nacional de Arte Reina Sofía. Durante la causa, el chófer de Jaime Botín reconoció que la obra siempre estuvo en España. Según aseguró, el cuadro estaba en una vivienda en Valencia del banquero, él la trasladó a Madrid para que Botín la llevara a Christie's y después la volvió a llevar a Valencia. Botín admitió a inicios de noviembre ante la Justicia que sacó la obra de España, pero justificó que lo hizo por cuestiones de seguridad. Según esgrimió el banquero en el juicio del caso que comenzó el pasado 4 de noviembre, el cuadro solo ha estado en España en tres ocasiones, entre ellas en la boda de su hija en 2003, ya que cuando adquirió la obra decidió que quería tenerla en su yate, que calificó de "segunda casa".