
La construcción de vivienda en España se paralizó casi por completo tras la crisis, registrándose un mínimo histórico de visados de obra nueva en 2013 con 34.288 unidades. Esta cifra supuso una caída del 96% respecto al máximo alcanzado en 2006 con 865.561 visados. A partir de 2014 la tendencia cambió y la actividad del sector promotor ha ido repuntando hasta situarse en niveles de 100.000 viviendas iniciadas al año.
En pleno proceso de recuperación y tras ver las consecuencias de los excesos que se acometieron en el pasado surge una pregunta. ¿Se están construyendo muchas o pocas viviendas en España?.
"Esta producción aún está por debajo del nivel óptimo de equilibrio que los expertos sitúan en 120.000 nuevas viviendas anuales para dar respuesta a la demanda de un país como España. Todo indica que 2019 cerrará en unos 110.000 visados, por lo que el sector aún tiene recorrido de crecimiento", explica David Martínez, CEO de Aedas Homes.
"Del total de compraventas la obra nueva supone entre un 12 y un 15%. Esta es una cifra atípica respecto a los datos que tuvimos en el anterior ciclo expansivo, ya que en la época del boom el volumen de pisos de obra nueva que se transaccionaba era mucho más alto que el de ahora", apunta Samuel Población, director nacional de Residencial y Suelo de la consultora CBRE.
"La barrera para la obra nueva no es la demanda, que es muy activa, en estos momentos las limitaciones son de capacidad productiva tanto a nivel técnico como de mano de obra. No hay empresas constructoras ni oficios que puedan desarrollar esa actividad a un mayor ritmo", señala Población.
La destrucción del tejido productivo en el sector de la construcción durante la crisis ha supuesto una reducción sobre la capacidad de generar nueva vivienda. De hecho, el nivel de empleo de esta industria todavía se encuentra un 54% por debajo de los máximos alcanzados en 2007.
Agilizar los procesos
"España cuenta con un mercado muy heterogéneo con zonas donde la oferta de vivienda nueva sigue siendo insuficiente. Esa escasez de oferta es lo que presiona los precios al alza, al ser la demanda superior", explica Martínez, que destaca que "existe una demanda contrastada para los buenos proyectos, en buenas zonas y con viviendas a precios de mercado. Sobre todo, de compradores de reposición que buscan una vivienda que se adapte mejor a sus necesidades actuales".
En la misma línea, Marcos Beltrán, director comercial de Real Estate de Altamira, apunta que "en vivienda de primera residencia o para inversión para alquiler y en determinadas ubicaciones como Madrid, Barcelona o Comunidad Valenciana sigue habiendo demanda sin atender, si bien la evolución de precios en estas ubicaciones está aproximando oferta y demanda".
"La agilización de los procesos administrativos es uno de los grandes retos a los que se enfrenta el sector para poder dinamizar la construcción de nuevas viviendas. Tenemos que ganar eficacia en todo el proceso, desde la gestión de suelo hasta su consolidación como suelos aptos para la edificación y la concesión de licencias de obra", destaca el directivo. Asimismo, Población cree que se debe "seguir apostando por la industrialización para reducir los plazos a la mitad y captar más mano de obra".