Empresas y finanzas

Así es NutriScore: el semáforo de los alimentos que identificará si son o no saludables

  • El código de colores y letras para identificar los alimentos es voluntario
  • Las grandes empresas se han negado a usarlo
  • Una iniciativa recoge firmas para forzar su obligatoriedad

El NutriScore es el nuevo etiquetado de alimentos que aprobó recientemente el Ministerio español de Sanidad. Su objetivo es que el consumidor pueda identificar, de una forma sencilla, la composición del producto más saludable en el acto de la compra. Este modelo, también denominado de los cinco colores, está validado por la Comisión Europea y por numerosos informes científicos y ya está adoptado por países como Francia, Bélgica, España y recientemente Alemania y por algunas empresas de distribución. | Garzón reabrió ayer el debate con un impuesto a la comida basura.

Este etiquetado permite comparar, la calidad nutricional de productos de una misma categoría y calificarlos, en cinco grados de A a E, es decir del más favorable al menos favorable nutricionalmente, con una triple finalidad. La primera es comparar la calidad nutricional relativa de alimentos pertenecientes a la misma familia. Por ejemplo, si se trata de cereales de desayuno, la comparación se establece entre los copos de avena con cereales con chocolate o rellenos -según el tipo de cereales el NutriScore puede ir de A a E-; o comparar las galletas tipo María con galletas con confituras o con galletas con chocolate; o las lasañas con carne, pescado, espinacas; o los distintos platos preparados a base de pasta; o bebidas -bebidas azucaradas en comparación a las bebidas con edulcorantes, a los zumos de frutas, al agua, al té frío, etc.-.

La segunda consiste en comparar la calidad nutricional de los alimentos pertenecientes a familias diferentes. Pero que tienen una pertinencia respecto a su ocasión de consumo o uso -y que a menudo se posicionan próximos en la misma estantería del supermercado-. Por ejemplo comparar diferentes familias de alimentos que pueden comerse como postre -yogures comparado a postres lácteos, arroz con leche, etc.- o bien comparar productos que se puedan comer como plato principal de una comida -platos preparados industriales a base de carnes, pescado, charcutería, verduras, sopas, etc.-; o tomados en una misma comida por ejemplo en el desayuno -cereales del desayuno comparado a galletas, bollería industrial, o panes industriales con harina blanca o completa, etc.-.

Calidad nutricional

Y finalmente, comparar la calidad nutricional de un mismo tipo de alimento propuesto por marcas distintas. Lo que no tiene sentido, y es muy importante tenerlo en cuenta a la hora de interpretar el NutriScore, es comparar alimentos dispares como la cola zero con aceite de oliva, porque nadie se plantea aliñar la ensalada con el refresco de cola ni beber una lata de aceite de oliva cuando tiene sed. La finalidad de un etiquetado nutricional como NutriScore no es la de clasificar los alimentos de forma binaria, en alimento sano o no sano. Sería totalmente discutible ya que esta característica depende de la cantidad de alimento consumida, de la frecuencia de su consumo, y del contexto de patrón dietético que se realice.

Además, el equilibrio alimentario global de las personas no se obtiene gracias al consumo en una toma alimentaria, ni de una comida, ni de un día. Y resulta evidente que estas nociones complejas no pueden ser resumidas por un logotipo nutricional atribuido a un producto específico de una marca dada. Está aceptado que ningún logotipo nutricional puede cubrir, por sí solo, todas las dimensiones de salud de los alimentos envasados.

Logotipos

NutriScore, como el resto de logotipos nutricionales, no integra información sobre los aditivos ni la noción de ultra transformación. Pero sí en cambio advierte de los elementos más importantes que permiten orientar a los consumidores hacia alimentos de mejor calidad nutricional, que reportan beneficios para la salud. A juicio de los especialistas, "su implementación debe acompañarse de otros mensajes de salud pública priorizando siempre alimentos naturales y/o con poca transformación -frutas frescas, frutos secos hortalizas, legumbres, cereales integrales, yogur, pescados, etc.-, estacionales y de proximidad, priorizando sistemas de producción sostenibles y que garanticen mayor respeto por el medio ambiente y la vida animal".

Otro elemento fundamental del NutriScore y del cálculo de su algoritmo es el hecho de que está basado por 100 gramos de alimento. Todos las instancias nacionales e internacionales -entre ellas la OMS- y las asociaciones de consumidores -sobre todo el BEUC europeo y la OCU en España- recomiendan calcular el logo nutricional por 100 gramos de alimento para permitir al consumidor comparar la calidad nutricional de los productos con el mismo criterio y no por porción.

El cálculo por porción definido por los industriales puede conllevar engañosamente a los consumidores a minimizar la contribución real de la cantidad de nutrientes considerados desfavorables del alimento -azúcar, grasas saturadas, sal-. NutriScore cumple su función para la gran mayoría de los productos alimenticios.

Limitaciones

Ahora bien, como cualquier etiquetado tiene sus limitaciones, que deben ser compensadas con campañas informativas dirigidas al consumidor, con el objetivo de concienciarle y orientarle a la selección alimentaria más saludable.

La Agencia española de la salud (AESAN) ha recomendado este tipo de campañas educativas específicas. La comunicación y educación al consumidor asociada al NutriScore debe estar orientada a promover la dieta mediterránea, la cual se compone de una alimentación rica en productos frescos, naturales y no procesados y preferentemente alimentos vegetales -frutas, verduras, aceite de oliva, legumbres, cereales integrales y frutos secos-, completando en menor medida con carnes blancas, huevos y lácteos, limitando el consumo de carnes rojas y embutidos así como las bebidas azucaradas y los productos ultraprocesados.

Por supuesto, el algoritmo de cálculo de NutriScore evolucionará en función de los conocimientos científicos y de la legislación europea. De hecho, recientemente ha habido una modificación del cálculo del perfil nutricional en el que se basa el NutriScore para que sea en perfecta coherencia con las recomendaciones nutricionales dietéticas. Esta modificación ha permitido que el aceite de oliva sea clasificado como el aceite con la mejor puntuación junto con los aceites de colza y de nuez (los tres clasificados como C), mientras que los aceites de maíz, girasol y cacahuete continúan en D, y el aceite de palma y la mantequilla en E. Se prevé actualizar periódicamente el NutriScore con los científicos de los países europeos que se han adherido al mismo, la próxima está programada para 2021.

Eficacia

Pero para que NutriScore sea realmente eficaz, es evidente que es necesario que sea incorporado al conjunto de los productos alimentarios puestos en el mercado a disposición de los consumidores. Actualmente, la colocación del NutriScore depende totalmente de la voluntad de los industriales que pueden negarse a exhibirlo en sus productos debido a la normativa europea sobre la información de los consumidores (INCO) adoptada en 2011 por el Parlamento Europeo y que entró en vigor en diciembre de 2014.

Así pues, los Estados miembros no tienen la posibilidad de hacer obligatoria la adopción de un etiquetado nutricional como es el NutriScore a menos que se logre modificar el reglamento INCO. Tal es el sentido de la Iniciativa Ciudadana Europea (ICE), denominada Pro-NutrisCore, lanzada gracias a la iniciativa de siete asociaciones de consumidores miembros de la Oficina Europea de Asociaciones de Consumidores y cuyo objetivo es pedir a la Comisión Europea que imponga el etiquetado simplificado NutriScore sobre los productos alimenticios, para garantizar una información nutricional de calidad a los consumidores europeos y proteger su salud. No obstante, grandes multinacionales continúan negándose a añadirlo en sus productos impidiendo, a los consumidores, tener una verdadera transparencia sobre la calidad nutricional de los mismos.

Para que esta iniciativa llegue a buen término se debe reunir en menos de un año, un millón de firmas repartidas en al menos siete países europeos.

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Comentarios 5

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Laura
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Me parece que sería necesario, mucho más allá de una etiqueta a los alimentos, que se controlara y se prohibiera el uso de ciertos componentes y aditivos que esta comprobado que son malisimos para la salud, como el aceite de palma o las lecticinas (de soja y otras), el gobierno tendría que controlar a las empresas alimentarias.

Puntuación 9
#1
Intervenir, regular, corromper
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Otra fuente de corrupción.

Puntuación 4
#2
Manu08
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Pues deberían implementarlo de manera obligatoria. Hay experiencias internacionales q lo avalan. En Chile por ejemplo funciona desde hace años con una aprobación mayoritaria de la población.

Puntuación 4
#3
Joaquin
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Yo he sio monicipal y me parece maravilloso que le cobren un impuesto al que mas gasto hace luego en la farmacia que son los que no se cuidan y después van al médico me duele aquí y me duele allí. Vale mas poco y bueno que mucho y malo en la comida y en todo en la vida y por eso me pienso eutanasiar a mi y al gandul del nieto para que no sufra cuando yo no esté y lo libro de los años malos por inútil sinvergüenza.

Puntuación 2
#4
cacerolo
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Al margen de otras consideraciones como por ejemplo los aditivos, comer carne no es sano.....pues ya sabe lo que tiene que hacer el Gobierno.Las granjas de animales contaminan el aire, los acuíferos...en una palabra nos están envenenando...pues ya sabe lo que tiene que hacer el Gobierno.Los herbicidas, insecticidas, etc para que hablar.Eso sí, dentro de poco no me dejarán circular con mi coche de gasoil, ni me dejarán fumarme un cigarrillo en el coche

Puntuación 0
#5