
La inversión inmobiliaria caerá previsiblemente este año un 14%, situándose en los 10.200 millones de euros, según las estimaciones de Cushman & Wakefield (C&W). Este descenso no se debe a que el interés de los inversores inmobiliarios por España esté bajando, de hecho, si no a la falta de activos en el mercado.
Desde la consultora no consideran que la cifra que se alcanzará este año sea negativa, "se trata de una normalización del mercado", explica Jesus Silva, director General de C&W en España, que apunta que "España debería tener niveles de equilibrio entre los 8.000 y 9000 millones. Si el mercado cerrara por debajo de 7.000 millones sí que sería una desaceleración, pero lo que estamos viviendo ahora no lo es".
De los 11.900 millones que se transaccionaron en 2019 un 70% es capital extranjero. "Su apetito por el mercado español continuará y se demuestra con la llegada de nuevos inversores", apunta Oriol Barrachina, CEO de la consultora, que asegura que la incertidumbre política, de momento, no está generando "preocupación entre nuestros clientes".
Según las estimaciones de C&W la contratación en el segmento de oficinas aumentará este año en Barcelona y descenderá en Madrid. En 2019 en la capital se ha registrado una contratación de 610.000 m2, lo que supone un incremento del 23% gracias a dos grandes operaciones que han sumado 88.000 m2 y en 2020 se estabilizará en torno a los 550.000 m2. Barcelona también mantiene fundamentales robustos y ha cerrado el año con una contratación de 401.000 m2, un 4% más, previéndose una absorción bruta para 2020 de 410.000 m2.
En el segmento logístico, 2019 ha cerrado cifras de contratación en Madrid de 640.000 m2 y en Barcelona de 580.000 m2, cifras inferiores al año anterior. Para 2020, se prevé que la capital roce los 700.000 m2 y Barcelona supere la barrera de los 600.000 m2.