
La gestora española Portobello Capital prepara el primer cierre de su nuevo fondo de minorías (partnerships estructurados) con 150 millones de euros comprometidos para el próximo mes de febrero. De esta forma, este nuevo vehículo -que acaba de recibir el visto bueno de la CNMV- podrá comenzar a operar en los próximos días. El tamaño objetivo del fondo es de 250 millones, aunque podría ampliarse hasta 300 millones en función del apetito de los inversores, que será previsiblemente alto.
Tal y como adelantó elEconomista el pasado mes de julio, la estrategia que seguirá Portobello con este nuevo fondo replicará la de sus predecesores: buscará compañías españolas en el segmento del mid-market en todos los sectores (menos inmobilario y financiero) en las que invertir a través de compras apalancadas (LBO, por sus siglas en inglés). El ticket por operación será de 25 millones de euros. La principal diferencia respecto al resto de vehículos de Portobello es que tiene la posibilidad de invertir el 20% de los recursos del nuevo fondo fuera de España (Italia, Portugal o algunos países del Este de Europa donde la competencia es menor).
La puesta en marcha de este nuevo vehículo se justificaría en que cada vez son más las empresas que quieren obtener financiación por parte de los fondos sin ceder el control. Esto es, según las fuentes consultadas, una consecuencia de la evolución del mercado español en el que cada vez es mayor el número de empresarios interesados en apostar por la financiación alternativa para hacer crecer sus negocios.
Alta actividad de la gestora
De esta forma, la firma controlada por Íñigo Sánchez-Asiaín, Juan Luis Ramírez, Luis Peñarrocha, Ramón Cerdeiras y Carlos Dolz gestionará de forma paralela este nuevo fondo junto al actual, que levantaron en 2017 con compromisos por valor de 600 millones, el que les concedió el título del mayor fondo de capital privado español. Con este mismo vehículo, Portobello firmará la compra a lo largo de este mes de USA-Group, fabricante vasco especializado en piezas de decoletaje para el sector automovilístico. Esta operación se sumará a la cerrada el mes pasado por la que la gestora se hizo con el negocio de BT en España, lo que supuso su entrada en el sector de las telecomunicaciones.